Sputnik V, la vacuna rusa aprobada tras testarla en solo 38 voluntarios
Putin aprueba la primera vacuna sin homologación de Europa ni de EE UU El mandatario asegura que su hija está entre las personas a las que se le ha administrado
Rememorando la grandeza científica de Rusia de otros tiempos y en un golpe propagandístico, el presidente ruso Vladimir Putin se adelantó este martes a lo esperado y anunció que su Gobierno ha aprobado la primera vacuna del mundo frente al coronavirus, a la que bautizará como Sputnik V, en recuerdo del primer satélite puesto en órbita en la época soviética. Aunque le da el visto bueno sin terminar los ensayos con pacientes y tras probarse con tan solo 38 voluntarios.
“Esta mañana se ha registrado, por primera vez en el mundo, una vacuna contra el nuevo coronavirus”, aseguró el jefe del Kremlin en una reunión con el Gabinete de Ministros, transmitida por la televisión rusa. El mandatario indicó que tiene conocimiento de que Sputnik V es “suficientemente eficaz y crea una inmunidad estable”.
Es más, Putin reveló que sabe de ello de muy buena fuente, porque una de sus hijas participó en los ensayos clínicos de la vacuna, desarrollada por el moscovita Instituto Gamaleya y que se administra en dos dosis. El mandatario indicó que después de la primera inyección la temperatura corporal de su hija subió hasta los 38 grados y al día siguiente disminuyó hasta 37 con alguna décima. “Eso fue todo. Después de la segunda inyección también le subió un poco la temperatura, pero luego se normalizó. Se siente bien y el nivel de anticuerpos es elevado”, agregó.
Sputnik V es una de las 28 vacunas que en el mundo se están testando en humanos. De hecho no es la más avanzada en esas pruebas, ya que según recoge el listado público de la Organización Mundial de la Salud con fecha 10 de agosto, esa iniciativa tan solo se encuentra en fase I, la primera etapa en la que se comprueba en voluntarios la seguridad de su administración. Con la aprobación, Rusia se ha saltado las siguientes dos fases de investigación para probar la eficacia en miles de personas. Tampoco mantiene estudios clínicos en Europa (bajo la homologación de la Agencia Europea del Medicamento) ni en EE UU (bajo el control de la FDA).
La Asociación de Organizaciones de Ensayos Clínicos (OTCA) con sede en Moscú, un organismo comercial que representa a los principales fabricantes de medicamentos del mundo en Rusia, instó esta semana al Ejecutivo ruso a posponer la aprobación hasta que el ensayo final se haya completado con éxito. En una carta, las empresas afirman que existen altos riesgos en el registro de un medicamento antes de probarse. “Es durante esta fase que se recopila la principal evidencia de la eficacia de una vacuna, así como información sobre las reacciones adversas que podrían aparecer en ciertos grupos de pacientes: personas con inmunidad debilitada y personas con enfermedades concomitantes”, se quejaron.
“Acelerar los progresos no debe significar poner en compromiso la seguridad”, señaló en rueda de prensa el portavoz de la OMS, sobre Sputnik V, y señaló que deberá seguir los trámites de precalificación y revisión que marca el organismo.
En los ensayos con miles de personas en el mundo van más avanzadas las vacunas de empresas como AstraZeneca (junto a la Universidad de Oxford), Moderna, Pfizer, Inovio, Janssen, Novavax o de las chinas Sinovac y Cansino, entre otras. Las que se comercialicen en Europa deberán seguir los requisitos de la EMA y su aprobación.
El Ejecutivo ruso confía que a finales de agosto o comienzos de septiembre esté disponible las primeras dosis de la vacuna, que irán destinadas al personal sanitario. El resto de los ciudadanos podrá tener acceso a la vacuna a partir del 1 de enero próximo.
El conglomerado empresarial ruso Sistema ha dicho que espera poner la vacuna en producción en masa para fin de año. Por su parte, Kirill Dmitriev, director del fondo soberano ruso, aseguró que el país ya había recibido solicitudes extranjeras de 1.000 millones de dosis y avanzó que también se espera que la vacuna se produzca en Brasil.
Acuerdo para suministrar a Filipinas
La vacuna va a jugar un papel geopolítico y de propaganda muy relevante. Vladimir Putin ya recibió ayer un apoyo. El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, confirmó que ha aceptado la oferta de Putin, para recibir gratis la vacuna y se ofreció a ser el primero en vacunarse.
“Cuando la vacuna llegue, me la inyectaré en público. Experimenten conmigo, me parece bien”, aseguró el mandatario filipino en un discurso televisado. Duterte confió en la efectividad de la vacuna que desarrolla Rusia, que según dijo, estará lista para diciembre. “Le diré al presidente Putin que tengo plena confianza en sus estudios clínicos y que la vacuna que están produciendo es un bien para toda la humanidad”, señaló Duterte, quien en el pasado no ha ocultado su admiración por el mandatario ruso, al que consideró su “ídolo”.
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