Alstom indica que las pérdidas de Bombardier condicionarán la compra de su negocio de trenes
"Tendrá en cuenta" las cifras de cara a una adquisición anunciada antes de la pandemia
Alstom ha tomado nota de los malos resultados de la canadiense Bombardier de cara las negociaciones para la compra de la división de material ferroviario y, aunque sigue adelante con los planes para la operación, ha afirmado que "tendrá en cuenta" la debilidad de las cifras de la compañía. La empresa, con todo, sigue convencia de la "sólida base estratégica" de la adquisición de Bombardier Transportation, división de trenes de la canadiense, y confía "en su capacidad de restaurar en el medio plazo la rentabilidad y el comportamiento comercial del negocio", según un comunicado emitido este lunes.
Alstom anunció el pasado 17 de febrero su intención de comprar el negocio ferroviario de Alstom, una operación valorada en 6.200 millones de euros que crearía la segunda firma de esta industria en el mundo tras la china CRRC. La compra, que aprovecha la reciente debilidad financiera de la empresa canadiense, recibió el mes de julio el permiso de las autoridades de competencia europea. Estas mismas autoridades habían frustrado poco antes la prevista fusión del negocio ferroviario de Siemens y Alstom, una gran operación europea cuyo rechazo por parte de la Comisión provocó críticas en Alemania y Francia.
El pasado jueves Bombardier informó una pérdida trimestral de 319 millones de dólares, 270 millones de euros. "El anuncio trimestral apunta a acontecimientos inesperados y negativos relativos al Bombardier Transportation, empresa que actualmente afronta nuevos desafíos, particularmente en comparación con la información disponible antes del anuncio del 17 de febrero", dijo la firma gala.
Las pérdidas respondieron a la amortización de proyectos obsoletos en la división ferroviaria y a provisiones por el impacto del coronavirus tanto en el área de aviación como en la fabricación de trenes. En concreto, la empresa se apuntó cargas extraordinarias por 368 millones de euros, la mayor parte por gastos de ingeniería, certificación y adaptación de proyectos en el Reino Unido y Alemania. La mayor parte de este impacto se verá en las cuentas de 2020.
"Alstom tendrá en cuenta las consecuencias de estas operaciones y los acontecimientos financieros en las próximas conversaciones con Bombardier, e informará al mercado según sea necesario", añadió la empresa francesa.