El trabajo de Commerzbank es reducir, recortar y vender
Los intereses contrapuestos de las partes interesadas pueden frenar al nuevo presidente
Hans-Joerg Vetter se ha colocado en una de los puestos más difíciles de la banca europea. El presidente de Commerzbank tiene que supervisar el cambio en el sobredimensionado prestamista: elegir nuevo CEO, podar el negocio de Bolsa, reducir sucursales y prepararlo para una fusión. Los intereses contrapuestos de los stakeholders pueden frenarlo.
La entidad tiene la valoración más baja (6.000 millones) de todos los grandes bancos europeos, con un 24% del valor contable tangible a plazo. Los altos costes, los bajos tipos y un competitivo mercado de préstamos alemán le dejaron generar un miserable ROTE del 2,4% en 2019. El CEO saliente, Martin Zielke, dice que los cargos por deudas incobrables lo llevarán a pérdidas este año.
Vetter debería tener tres cosas en mente cuando elija CEO, que dimitió el mes pasado junto con el presidente. Primero, la unidad de banca corporativa debe reducirse: los costes son un 76% de los ingresos, y los retornos de los activos de trading están sistemáticamente por debajo de los del grupo. Podar los negocios basados en los mercados, como el trading de divisas y de tipos ayudaría. Segundo, tiene demasiadas sucursales. En 2019 generó alrededor de un tercio menos de ingresos por sucursal que su rival HypoVereinsbank, excluyendo ingresos de banca corporativa y de inversión. Finalmente, necesita una fusión, ya sea con su archirrival Deutsche Bank o con UniCredit. Permitiría al grupo combinado recortar más costes y quizás aumentar los márgenes de préstamo al disminuir la competencia en Alemania. La fusión es crucial, pues con reducir costes no basta, según Citi.
Vetter tiene un potente candidato para hacer todo eso delante de sus narices: Roland Boekhout, que se estrenó en enero como jefe de la división corporativa y dirigió la exitosa banca digital alemana de ING. El problema será conseguir que todos los miembros del consejo y los accionistas se alineen. Los sindicatos pueden oponerse a los despidos, mientras que el Gobierno, dueño del 16%, quiere mantener el crédito barato para las empresas. Luego está Cerberus, dueño del 5% que se opuso al nombramiento de Vetter.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías