Lufthansa pierde 3.167 millones y no prevé normalizar el negocio hasta 2024

Los ingresos bajan el 52% en el primer semestre

Aviones de Lufthansa, aparcados en el aeropuerto de Fráncfort.REUTERS

El grupo de aerolíneas Lufthansa perdió en el primer semestre 3.617 millones de euros -con lo que multiplica por 31 sus pérdidas, ya que hace un año fueron de 116 millones de euros-, debido a las consecuencias de la pandemia de coronavirus.

La facturación cayó a 8.335 millones de euros (-52%) y sufrió una pérdida operativa de 3.468 millones de euros (beneficio de 417 millones de euros hace un año).

Lufthansa, parcialmente nacionalizada para evitar la quiebra tras la interrupción del tráfico aéreo por la pandemia, informó hoy de que ya ha reducido el número de empleados en 8.300 trabajadores, o un 6%, y que no descarta despidos forzosos, tampoco en Alemania, porque prevé una normalización de la demanda al nivel anterior a la crisis, como muy pronto, en 2024.

La aerolíena alemana se ha fijado el objetivo de reducir el número de empleados en aproximadamente  22.000 mientras recorta su flota en al menos 100 aviones. Al igual que sus competidores IAG y Air France KLM, Lufthansa se enfrenta a una lenta recuperación debido a que los vuelos de la larga distancia permanecen en gran parte inactivos por las restricciones de viajes y brotes en la pandemia de coronavirus.

"Estamos experimentando un restablecimiento en el tráfico aéreo mundial", explica el director general Carsten Spohr en un comunicado.

Lufthansa dijo planea aumentar la capacidad de corto y medio recorrido  a alrededor del 40% del período del año anterior en el tercer trimestre y a alrededor de 20% de la capacidad en las rutas de larga distancia.

En el cuarto trimestre, se espera que la capacidad de corto y medio recorrido para subir al 55% y al 50% en las rutas de larga distancia. El rival Air France-KLM, que también obtuvo ayuda estatal, tiene como objetivo operar en dos tercios de capacidad antes de que termine el año.

La compañía dijo que espera registrar una pérdida operativa ajustada en el segundo semestre de 2020 y una nueva disminución significativa de la beneficio de explotación durante todo el año debido a la operación muy limitada de importantes rutas de larga distancia.