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Ajuste de plantilla

Ahorro Corporación cierra su reestructuración y potencia su segmento digital

La entidad se centrará en su actividad de banca de inversión y despide al 45% de su plantilla

Antigua sede de Ahorro Corporación en el Paseo de la Castellana de Madrid.
Antigua sede de Ahorro Corporación en el Paseo de la Castellana de Madrid. Pablo Monge

Uno de las icónicos brókeres españoles ya tiene todo listo para afrontar el futuro. Ahorro Corporación, antiguo brazo financiero de las cajas de ahorros, ha concluido su reestructuración. El ERE que arrancó a finales de junio concluirá con la salida de 36 trabajadores, el 45% de su plantilla, según fuentes conocedoras del acuerdo. La sociedad de valores cierra los departamentos no telemáticos de intermediación en renta variable, recortará el de deuda y desaparecerá el de análisis. Se centrará en las plataformas digitales de estas áreas, y también en su segmento de banca de inversión, la más rentable.

Ahorro Corporación finiquita su quinto ajuste de plantilla en los últimos siete años. Ya redujo su plantilla en 2013, 2015, 2017 y finales de 2018. La causa de esta nueva vuelta de tuerca es la caída de los ingresos, debida principalmente al área de intermediación.

Ahorro Corporación ha enviado una carta a sus clientes, a la que ha tenido acceso CincoDías, en la que explica que a partir del próximo viernes 31 de julio dejará de prestar “los servicios de intermediación de voz y chat para renta variable de contado institucional, la emisión de informes de análisis y la custodia de valores”. A cambio, incorporará otros nuevos que “se consideran fundamentales en el marco de su nueva estrategia de consolidación, alta digitalización y eficiencia de procesos y negocios”.

Así, ofrecerá intermediación en renta fija pública y privada en su operativa tradicional. Además, potenciará las plataformas electrónicas de renta variable, renta fija y derivados.

La nueva Ahorro Corporación impulsará los servicios de banca de inversión, como el asesoramiento en operaciones de fusiones y adquisiciones, así como las transacciones en el mercado de capitales, la realización de financiación estructurada y también abordará reestructuraciones de deuda. En su día fichó a banqueros sénior, como Pedro Flames, procedente de Credit Suisse, y Juan Lladó, antes en Santander. Otro enseña de la entidad será el club de inversores para grandes fortunas, como publicó este periódico el pasado 11 de febrero.

Generar beneficios

El objetivo de la firma es, en definitiva, “enfocarse y potenciar las áreas en las que realmente puede aportar valor, ser competitivo y por supuesto generar beneficios”, señala en su misiva. Las pérdidas antes de impuestos de Ahorro Corporación fueron de 9,7 millones de euros en 2017 y de 6,1 millones en 2018. Pese a los planes de ajustes puestos en marcha, la pandemia y Mifid 2, que eleva los costes de todo tipo, impidieron que la firma alcanzara el punto de equilibrio en 2019 como estaba previsto. El año pasado cerró con unas pérdidas de cerca de tres millones de euros.

En el primer trimestre, el grupo perdió antes de impuestos unos 500.000 euros, frente a las pérdidas, escuetas, eso sí, de 75.000 euros del mismo periodo del año pasado. Las comisiones se mantuvieron estables en el entorno de los 2,6 billones de euros, pero los gastos de explotación crecieron un 7%, hasta los tres millones.

La firma había llegado a contar con exuberantes oficinas en lo más granado de la zona empresarial de Madrid, el Paseo de la Castellana, y una plantilla en el entorno de las 400 personas. Su gestora de fondos llegó a ser una de las de más peso en el sector español. Ahora, su sede está en las afueras de la capital española y su plantilla quedará reducida a menos de 50 personas.

Comprada en 2017 a las antiguas cajas por Atitlan, el fondo de Roberto Centeno, yerno del presidente de Mercadona, Juan Roig, y la entidad británica StormHarbour –ahora con una participación minoritaria en la firma tras la venta de una parte de sus acciones a la familia lusa Amorim en septiembre del pasado ejercicio, que controla el 12,5%–, Ahorro Corporación se reinventa en la denominada nueva normalidad.

Las condiciones de los despidos

El ERE acordado ayer por Ahorro Corporación supondrá la salida de 36 personas, que recibirán una indemnización de 25 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades. Si bien, la entidad, creada hace más de 30 años, pagará primas por antigüedad y también por edad, de manera que los empleados que más han permanecido en la firma y los más mayores recibirán una indemnización superior.

Las condiciones del ERE que Ahorro Corporación ejecutó a finales de 2018, con 16 salidas, fueron de 26 días por año trabajado y un máximo de 13 mensualidades. También abonó una prima de 1.700 euros por año para las personas con edades entre los 49 y los 55 años; 800 euros para los de 45 a 48; y 400 para los menores de 45. El máximo por despedido será de 190.000 euros con un mínimo de 20.000.

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