España es uno de los países europeos con mayor diversidad geográfica y cultural, como así se refleja en los numerosos pueblos que salpican su geografía. Son lugares excepcionales por su ubicación, su historia o su belleza. Algunos parecen salidos de una postal, otros incluso se asemejan al decorado de una película. Visitarlos se convierte en una escapada perfecta en estos tiempos de incertidumbre por el Covid-19.
En los cañones de Guara
Declarada conjunto histórico-artístico, la villa de Alquézar invita a retroceder en el tiempo a través de un relajante recorrido por sus calles y rincones más emblemáticos. Sus casas se extienden a los pies del castillo de origen musulmán, convertido en colegiata tras la Reconquista. Situado en un entorno natural maravilloso, en el corazón del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, en
Reflejan la diversidad cultural de España
Huesca, tiene en el castillo y la colegiata de Santa María sus monumentos más característicos. Además, desde Alquézar parte la ruta de las Pasarelas del Vero, un espectacular paseo por el cañón que durante miles de años ha forjado el río Vero. Para apreciar una de las vistas panorámicas más hermosas de la villa hay que acercarse hasta el mirador Sonrisa del Viento. Alquézar es también ideal para disfrutar de la naturaleza, los deportes de aventura y el arte rupestre.
Promontorio con vistas al Peñón
Castellar de la Frontera forma parte del Parque Natural de Los Alcornocales
Erigida sobre un promontorio que domina la bahía y el peñón de Gibraltar, la fortaleza nazarí del siglo XII y la Torre de Almoraima son dos buenos ejemplos del pasado musulmán de Castellar de la Frontera (Cádiz). A sus pies se extiende el embalse de Guadarranque. Casi todo su término municipal se encuentra en pleno Campo de Gibraltar y forma parte del Parque Natural de Los Alcornocales. Desde su posición privilegiada se vislumbra la finca de la Almoraima, el latifundio más grande de España, con más de 14.000 hectáreas. Cuando se deja atrás el pueblo se apoderan del paisaje alcornoques, quejigos y acebuches centenarios.
Portugués y español a la vez
Olivenza, antes portugués, pertenece a España desde el año 1801
Olivenza, en la provincia de Badajoz, tiene la peculiaridad de ser la última zona incorporada al territorio español; aún conserva características portuguesas. Un pueblo amurallado, de claro pasado fronterizo, donde se puede encontrar arte manuelino luso representado en los azulejos blancos y azules de sus iglesias. Las calles están rotuladas en castellano y portugués, el ayuntamiento tiene una preciosa puerta de estilo manuelino… Olivenza perteneció al país vecino durante más de cinco siglos, desde 1297 hasta 1801, cuando la Guerra de las Naranjas (un conflicto contra una alianza hispano-francesa) le obligó a renunciar a esta localidad. Además de por todas estas curiosidades históricas, a Olivenza vale la pena ir porque es un pueblo hermoso por su laberíntico núcleo antiguo, la alcazaba, un castillo que domina el pueblo y parte de la bella dehesa pacense.
En un lugar de La Mancha
Quevedo estuvo más de siete años desterrado en esta pequeña localidad por ser lacayo y valido del duque de Osuna. Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) se encuentra en la comarca manchega del Campo de Montiel y por sus proximidades discurre el río Jabalón. Posee un legado histórico muy extenso. El pueblo fue declarado conjunto histórico-artístico en 2004, entre otros monumentos por su plaza Mayor, del siglo XVII. Pero, además de detenerse en joyas arquitectónicas como el Hospital de Santiago, es recomendable pasear por la señorial calle del General Pérez Ballesteros o la animada calle Cervantes. Villanueva de los Infantes es uno de los muchos pueblos que se disputan ser ese “lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme”.
Nacederos rodeados de bosques
En el pequeño y delicioso pueblo de Iribas, en el valle de Larraun (Navarra), discurre un cómodo y placentero paseo que permite conocer dos nacederos: el llamado Aitzarrateta, que origina el río Ertzilla, y el conocido como Basakaitz, donde nace el que da nombre al valle. El sendero se extiende por una refrescante zona boscosa y llena de vegetación que rodea a esta localidad navarra.