El primer mes sin estado de alama da paso a nuevas restricciones autonómicas
Solo Madrid y Canarias descartan por ahora extender el uso de mascarilla. Algunas regiones ya limitan los encuentros a un máximo de 10 personas
Mañana se cumple un mes desde el paso a la “nueva normalidad” a nivel estatal tras la extinción del estado de alarma, que limitaba la movilidad entre comunidades e imponía el confinamiento domiciliario de la población. Algunas regiones decidieron salir días antes del amparo de esa herramienta constitucional ante la evolución favorable del número de contagios y tanto el Gobierno como las comunidades elaboraron decretos para regir esta nueva etapa. Sin embargo, tan solo un mes después, los rebrotes han hecho que las regiones impongan nuevas restricciones para contener la propagación de la pandemia.
En paralelo, el Ministerio de Sanidad elaboró un plan de respuesta rápida ante los rebrotes con el objetivo de coordinar la actuación con las comunidades autónomas, las cuales dieron su visto bueno al documento el jueves tras incorporar propuestas y mejoras. Entre ellas, la especial atención a colectivos vulnerables como los migrantes o a escenarios concretos como los centros penitenciarios.
Mascarillas. En base al decreto de nueva normalidad que aprobó el Ejecutivo y avaló el Congreso, las mascarillas ya eran obligatorias cuando no se pudiese mantener la distancia de un metro y medio en lugares públicos, pero durante las dos últimas semanas, las autonomías han ido imponiendo la obligación de su uso independientemente de la distancia de seguridad. A día de hoy, todas las comunidades, menos Madrid y Canarias, han implantado o anunciado ya esta medida. Castilla-La Mancha la aprobará mañana y Ceuta afirmó estar ultimando su decreto.
Sin embargo, cada autonomía obliga a utilizarla con diferentes criterios, dependiendo del espacio, la edad o la actividad. Cantabria, por ejemplo, exime de su uso obligatorio durante la actividad deportiva individual, o la actividad física en mayores de 65 años. Además, en la mayoría, la medida deja fuera a los menores de seis años, mientras en Navarra, la mascarilla es obligatoria a partir de los 12.
Sanciones. Por regla general, la cuantía de las multas toma como referencia el decreto estatal, que establece que en el caso de incumplir el uso obligatorio de mascarilla, la multa será hasta de 100 euros. Para otras penalizaciones, se aplicarían las sanciones acorde a lo establecido en la legislación ordinaria, pero no se ha impuesto un criterio específico sobre ello.
Murcia, por su parte, aprobó el pasado jueves un decreto ley que establece su propio régimen sancionador. La resolución clasifica las faltas en leves, graves y muy graves, en función de la conducta y la exposición al riesgo sanitario, y las multas pueden abarcar de los 100 a los 600.000 euros. Entre las peores infracciones se encuentra la realización de actividades que hayan sido expresamente suspendidas.
Aforos. Por la incidencia de los rebrotes, el 70% de la población aragonesa pasó el lunes a la llamada “fase 2 flexibilizada” y la autonomía prohibió la apertura de los locales de ocio nocturno y restringió actos como velatorios o ceremonias. También estableció un aforo del 50% en el interior de los establecimientos hosteleros (desde el 75%) y prohibió el consumo en barra. A este estadio, Aragón incorporó el viernes a la ciudad de Barbastro, a la vez que pidió a los ciudadanos que no saliesen de Zaragoza ni de su zona de influencia.
Esta petición también la hizo Generalitat para Barcelona y su área metropolitana, así como para otras localidades, tras extender las restricciones que ya se aplicaban en los barrios de L’Hospitalet y algunos municipios del Segrià. El Govern redujo los aforos de bares y restaurantes al 50% y ordenó el cierre de locales nocturnos y gimnasios, entre otros.
Reuniones limitadas. Las dos últimas comunidades también establecieron el número máximo de personas que pueden reunirse en no más de 10. De la misma forma que lo hace el País Vasco en el marco de la hostelería. La orden que estableció Euskadi determinó, además, que mientras dure la situación actual, no se concederán nuevas autorizaciones de ampliaciones de horario en hostelería o restauración y se dejarán sin efecto las que pudieran haberse concedido.
Por el contrario, la Comunidad de Madrid, que entró a comienzos de este mes en la segunda fase de su “nueva normalidad” establecida en el decreto regional, mantiene condiciones muy flexibilizadas y permite la apertura de piscinas sin límite de aforo, discotecas y la ampliación de la capacidad de la hostelería y demás espacios al 75%, mientras en las terrazas el espacio se habilita al 100%.
Veda a las celebraciones
Botellones. Las lonjas juveniles, locales que las cuadrillas del País Vasco alquilan para reunirse y en muchas ocasiones para beber, están prohibidas desde el pasado viernes en toda la comunidad, así como los botellones. De hecho, en los últimos días las ordenanzas municipales han buscado acabar con el consumo de alcohol en la vía pública, medida que ha acordado Toledo por unanimidad. Mientras, en Oviedo, los locales de ocio nocturno han planteado cobrar entradas para controlar el acceso al interior de los bares y compensar la merma de ingresos derivadas de las limitaciones de aforo. Con la entrada se tomarían los datos del cliente y se facilitaría así el rastreo si se detecta posteriormente un positivo.
Fiestas. El Gobierno de Baleares decidió tomar medidas drásticas tras hacerse virales las imágenes de excesos en diversas zonas de ocio nocturno de las islas y acordó el cierre de todos los establecimientos de comercio, ocio y restauración de dos calles de la Playa de Palma y de Punta Ballena en Magaluf para evitar el turismo incívico y sus posibles efectos en la pandemia. Ante las fiestas privadas clandestinas, anunciaron la creación de un equipo que vigilará las redes sociales y la Abogacía de la comunidad pedirá a jueces y fiscales que autoricen de urgencia la entrada de fuerzas de seguridad para intervenir cuando sea necesario.