Duro Felguera abre la puerta a que el Estado entre en el capital si pide el rescate
La compañía admite que baraja acudir al fondo del Gobierno
Duro Felguera es la segunda empresa española que ha admitido públicamente que baraja pedir el rescate empresarial que prepara el Gobierno. De hecho, fuentes de la compañía indican que está dispuesta a que este apoyo gubernamental se traduzca en que la SEPI pase a ser un accionista de referencia del grupo asturiano.
"Nos planteamos tanto pedir un préstamo como la entrada en el capital. Y también una combinación de ambas. Estamos abiertos a todo", indican estas fuentes. La posición de Duro Felguera contrasta con la de Globalia –la otra compañía que ha anunciado que acudirá al fondo del Gobierno–, quien ha dejado claro que solo se plantea recibir préstamos.
Las conversaciones, no obstante, están en un punto muy preliminar. El proyecto del Gobierno aún debe recibir el visto bueno del Congreso, al que pueden añadir enmiendas. Por el momento se conoce que estará dotado con 10.000 millones y estará orientado a empresas estratégicas que no estuviesen en crisis antes del 31 de diciembre de 2019.
Esta última es una de las principales dudas sobre un rescate a Duro Felguera, pues la empresa lleva meses embarcada en unas negociaciones con la banca para reestructurar la deuda por segunda vez en dos años. Las fuentes consultadas señalan que el ICO ya ha confirmado que Duro Felguera no estaba en crisis a cierre de 2019 y, por tanto, puede acceder tanto al esquema de avales públicos como al rescate del Estado.
La compañía negocia, por tanto, con la banca y el ICO un préstamo de 50 millones, protegido por el plan de garantías de 100.000 millones puesto en marcha por el Gobierno para tratar de proteger a la economía de la debacle de la Covid-19. De acuerdo a las fuentes consultadas, la empresa busca recabar liquidez que le permita sobrevivir en el día y día. Y un espaldarazo del Gobierno que devuelva la confianza de los bancos y reabran las líneas de avales para poder optar a nuevos contratos.
Las fuentes de la compañía señalan la reducción de riesgos que ha llevado a cabo la dirección de la compañía desde que tomó el mando en 2017, tras la última refinanciación. Cuantifican esta reducción del riesgo en 200 millones en un año, al tiempo que ponen de manifiesto el cierre de varios litigios.