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Aerolíneas

Ryanair calcula un exceso de 600 empleados en España; bajará salarios y repartirá el trabajo

La 'low cost' recortará un 20% la nómina de sus 800 pilotos y un 10% la de los 1.300 'TCP' hasta 2024

Aviones de Ryanair en el aeropuerto de Girona.
Aviones de Ryanair en el aeropuerto de Girona.
Javier Fernández Magariño

La aerolínea de mayor tráfico en España, la irlandesa Ryanair, está dispuesta a implementar su plan de adaptación a la crisis en este país “para salvar el mayor número de puestos de trabajo en el país”, declaró ayer el director de recursos humanos de la compañía, Darrell Hughes, en una entrevista telefónica concedida a CincoDías.

Esto pasa por un recorte salarial del 20% a los 800 pilotos y del 10% a los 1.300 tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) que operan en alguna de las diez bases que Ryanair tiene en España. El ajuste en las nóminas se mantendrá durante cuatro años, en línea con el pacto alcanzado en Irlanda o Reino Unido, tras lo que el personal recuperaría los salarios previos a la pandemia.

Reparto de una actividad que empieza bajo mínimos

En las condiciones actuales de mercado, la dirección de Ryanair cree que tendrá trabajo a corto plazo para 1.500 empleados de vuelo y no para los 2.100 que tiene en nómina en España. Con ello, Darrell Hughes no dice que habrá 600 despidos , entre pilotos y TCP, sino que “hay que repartir horas de vuelo entre todos para evitar un gran número de bajas”.

El sindicato Sitcpla ha venido demandando un mínimo de actividad garantizada especialmente a quienes carecen “de salario básico”.

La medida se tomará de forma unilateral al concluir sin acuerdo las negociaciones que empresa y sindicatos han mantenido durante 15 días y que culminaron el miércoles. El sindicato de TCP Sitcpla habló de “total desacuerdo” y anunció que estudia denunciar el caso ante la Audiencia Nacional.

Ante el temor de que la low cost ejecute despidos entre los 2.100 empleados de vuelo o invite a largas excedencias, Hughes se limitó a asegurar que “trataremos de reducir al máximo las bajas”. El jefe de personal de la mayor referencia europea del bajo coste sí reconoció que se abrirá la puerta a excedencias voluntarias.

Desde su punto de vista, el contexto de mercado hace inviable ofrecer garantías de empleo o de horas mínimas de vuelo: “No podemos dar esa concesión a los sindicatos ante la actual incertidumbre, pero entendemos que debemos distribuir la carga de trabajo entre el mayor número de trabajadores para que tengan actividad”.

Darrell Hughes aprovechó ayer para demandar estímulos del Gobierno, y por extensión de Aena, al tráfico aéreo: “Todos debemos competir en igualdad de condiciones y ya hay países dependientes del turismo que están estimulando la oferta de vuelos”.

“Los sindicatos tienen garantizado que no vendrán tripulantes de otros países a trabajar en las bases españolas para quitar el empleo a quienes se encuentran en ERTE”, asegura el jefe de personal de Ryanair, Darrel Hughes

Ryanair afirma que avanzó “considerablemente” en sus conversaciones con el Sepla, en representación de los pilotos, en busca de estabilizar los costes de la aerolínea en España. Pero tampoco cerró el acuerdo de rebaja salarial.

Lo que rechaza la empresa de forma taxativa es el supuesto intento de traer tripulantes de cabina de pasajeros de otras bases europeas a España mientras el personal local está afectado por el ERTE o podrían darse despidos: “Los sindicatos tienen garantizado que no vendrán tripulantes de otros países a trabajar en las bases españolas para quitar el empleo a quienes se encuentran actualmente en ERTE”, concedió el directivo.

Fuentes sindicales afirman que se han programado más de un centenar de estos aterrizajes de efectivos en España, pero Hughes insiste en que “no habrá transferencias de personal desde otros países”.

Sobre el fracaso en las negociaciones con los sindicatos de TCP, el directivo se queja de que después de cinco reuniones, la última de casi 14 horas, “y de haber hecho cuatro propuestas, la contrapropuesta de los sindicatos llegó el último día con peticiones de garantías sobre el empleo y el número de horas de vuelo. Y eso era imposible de otorgar”.

Fuentes sindicales afirman, por contra, que ha sido la empresa quien ha jugado a pintar muy diversos escenarios de modificación del convenio y quien no quiso ampliar 48 horas las negociaciones. Es probable un final ante los tribunales.

Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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