La filial de torres británica de Telefónica y Vodafone acelera en 5G ante su monetización
El valor de los activos sube un 51% al contabilizarse derechos de uso CTIL reduce levemente las pérdidas y eleva ingresos y ebitda
Cornerstone Telecommunications Infrastructure Limited (CTIL), la filial de Telefónica y Vodafone que engloba todas sus torres de móvil en Reino Unido, sigue dando pasos hacia su posible monetización, tal y como planean sus accionistas. La compañía aceleró los despliegues en 5G en 2019, según explica en el informe del último ejercicio fiscal, concluido el 31 de marzo, y remitido al registro mercantil británico.
La empresa prevé una aceleración de estos despliegues bajo el compromiso de sus accionistas que construir y operar una sola red, de la cual la firma será la gestora de los activos pasivos. CTIL, siguiendo esta estrategia, continuará incrementando las eficiencias en las operaciones, reduciendo los costes de propiedad, y con la implantación de una única red para los accionistas, para permitir una cobertura de móvil óptima.
En términos financieros, CTIL elevó el valor de sus activos un 51%, hasta 2.017 millones de libras (unos 2.256 millones de euros), por la entrada en vigor de la norma contable IFRS 16. La empresa contabilizó los derechos de uso de los activos, valorados en 666 millones de libras. Este cambio, no obstante, también supone que los pasivos por arrendamientos aumentan prácticamente en el mismo importe, por cerca de 657 millones.
CTIL registró unas pérdidas antes de impuestos de 99,1 millones de libras en 2019, un 2,5% menos. Las pérdidas operativas bajaron un 45%, hasta 73,9 millones, si bien los costes financieros aumentaron de 27 a 58 millones. A pesar de las pérdidas, la compañía señala que adoptó las bases financieras para apoyar y continuar el proceso de inversión con sus accionistas. Además, precisa que adecuará sus recursos para mantener las operaciones en un futuro previsible.
Los ingresos aumentaron un 2,1%, hasta 341 millones de libras, mientras que el ebitda ajustado se disparó de 44,7 a 236,4 millones por la citada norma contable. Sin este efecto, aumentaría un 13,5%, hasta 50,8 millones. La caja neta generada por operaciones aumentó de 82 a 216 millones, mientras que los costes bajaron un 6,6%, hasta 381 millones, por la reducción de costes directos. La plantilla aumentó un 14%, hasta 172 empleados.
Activo preparado
Ante los posibles cambios, CTIL cuenta ya con una web corporativa en la que se exponen sus actividades, servicios y activos. En mayo, el consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá, señaló que ambos socios han estado preparando CTIL, su modelo de negocio, operativo y financiero, para que se convierta en una compañía de torres orientada al mercado.
“La fase de preparación está básicamente completada”, dijo el directivo, quien añadió que la monetización de estos activos podría tener lugar una vez que el acuerdo para la joint venture esté finalizado, y si las diferentes partes quieren y tienen interés en seguir. En cualquier caso, indicó que el activo está preparado para esta posibilidad.
Otras ventas
Telefónica y Vodafone acordaron en 2019 explorar fórmulas para optimizar estas infraestructuras y monetizar la propia CTIL, con todas las opciones abiertas. Una de ellas pasaba por la venta de un 40% del capital a un nuevo inversor. En otoño del pasado año, Vodafone contrató a UBS y Telefónica a Goldman Sachs, en este caso para analizar todas las opciones en el área de torres.
La operación con CTIL se uniría a otros movimientos de Telefónica en el ámbito de infraestructuras, donde ha creado la división Infra, como la reciente venta de más de 10.000 emplazamientos en Alemania a Telxius, participada por Telefónica, KKR y Pontegadea, por 1.500 millones de euros; las ventas en Ecuador y Colombia a Phoenix Tower, por 290 millones, y a la citada Telxius en Brasil, por 140 millones, a final de 2019.