El ‘private equity’ como salida natural para las pymes
En un escenario tan volátil, es más factible dar entrada en el capital a un socio financiero, en particular a un fondo de inversión
Las pequeñas y medianas empresas son el motor de la economía española y representan el 99,8% del tejido empresarial. La pandemia del coronavirus Covid-19 se ha saldado con unas cifras desoladoras en términos sanitarios, pero también ha dejado patente la difícil situación que viven muchas pymes en España.
Ante un escenario tan volátil, una de las salidas más factibles en el medio plazo es la posibilidad de dar entrada en su capital a un socio financiero y, en este sentido, los fondos de inversión son uno de los actores mejor posicionados.
Si echamos la vista atrás, comprobaremos que todas las crisis abren oportunidades en el mercado y traen nuevas formas de salir adelante. La reacción natural de las empresas es superar esa situación coyuntural y asegurar su continuidad, sin olvidar que la competencia ante estas situaciones críticas se vuelve más dura que nunca.
Para consolidarse se requiere una estrategia de desarrollo, un plan de negocio eficaz, una mayor profesionalización de la gestión y, además, una posición financiera que lo permita. Es precisamente este último punto el que puede agilizar y dar sentido a todo el proceso.
La entrada de un fondo de private equity en el capital de una pyme permite acreditar su crecimiento y dar un salto en la profesionalización de la compañía. No solo aporta capital, sino que también ofrece un know-how (conocimiento práctico) generalmente útil.
Sin embargo, al no contar con un precedente de referencia, esta crisis introduce una incertidumbre sustancialmente mayor tanto para las empresas como para los inversores. Es cierto que antes y durante la crisis los empresarios de las pymes españolas ya contemplaban en sus planes dar entrada al private equity. Pero el complicado momento que están atravesando en términos de liquidez ha hecho que las pymes empiecen a buscar opciones de financiación y crezca entre ellas la opción del capital privado como alternativa.
Beneficios para la estrategia
Muchas pymes son conscientes de las ventajas del private equity para reforzar las finanzas de la compañía, pero no tanto de su importancia para dinamizar la estrategia, apoyar la profesionalización de la gestión o impulsar la productividad y la eficiencia. El capital privado puede aportar todas estas mejoras y convertirse en un aliado que permita financiar los planes de las pymes y conseguir los objetivos de crecimiento y rentabilidad deseados.
Por eso resulta necesario llevar a cabo una labor didáctica con los empresarios para que conozcan en profundidad las ventajas de tener inversores privados en su capital, y abandonen el temor preconcebido a los fondos de inversión.
En este sentido, antes de la crisis sanitaria ya se percibía un cambio de opinión, lento pero progresivo, a favor del private equity.
Más selectivos
Por otro lado, y ante la gran incertidumbre existente, los inversores van a ser mucho más selectivos a la hora de realizar operaciones. Todo ello sin perder de vista que el periodo actual hará surgir buenas oportunidades. Será a partir del último cuatrimestre del año cuando empiece a haber una reactivación firme de las operaciones de private equity en lo que a pymes se refiere.
Es posible que entonces se vean operaciones en compañías o sectores en principio poco atractivos u obsoletos, pero que, partiendo de una base sólida inicial, pueden aportar mucho recorrido futuro mediante la creación de grupos, la introducción de tecnologías innovadoras u otras mejoras cualitativas posibles. Hasta que no se estabilice la situación, se mantendrá una diferencia significativa entre los precios ofrecidos por los inversores y las expectativas de los vendedores.
Aun así, lo que parece probable es que una crisis tan repentina como la actual aumentará la percepción de riesgo de los empresarios, que probablemente estarán más dispuestos a reducir una parte del precio de sus empresas, o no estarán tan ligados emocionalmente a mantener todo el control de sus compañías.
Esos dos cambios de perspectiva sin duda facilitarán un mayor número de operaciones.
Gabriel Salarich es director de M&A de Tactio y Guillermo Giménez es analista de M&A de Tactio.