Moody's sitúa en revisión a la baja la calificación de Siemens Gamesa
En su informe, la agencia de calificación justifica su decisión en la debilidad de la compañía ante los efectos de la pandemia
Moody's ha puesto en revisión para su rebaja la calificación de Siemens Gamesa -Baa3 (al borde de lo que se conoce como bono basura)-, después de que la compañía haya relevado a su consejero delegado y avanzado pérdidas para el ejercicio de 2020.
En su informe, Moody's justifica su decisión en la debilidad de Siemens Gamesa ante efectos de la pandemia de la covid-19, como tensiones en los mercados de crédito y los cierres de plantas o las restricciones en los viajes, que complican su operativa.
La compañía, que ha registrado pérdidas en los últimos trimestres por sobrecostes en proyectos de Noruega, complicaciones en India y la covid-19, comunicó el 17 de junio su tercer "profit warning" (revisión de perspectivas) consecutivo y su decisión de relevar al frente del grupo a Markus Tacke por Andreas Nauen.
La "inesperada" partida del consejero delegado plantea dudas en términos del gobierno corporativo, auditoría y controles financieros en Siemens Gamesa después de las provisiones acometidas en los últimos seis meses por desvíos en Noruega y problemas en India, según Moody's
Inicialmente, Siemens Gamesa anunció un crecimiento en 2020 de su resultado neto de explotación (ebit) ajustado de entre el 5 y 7 %, mientras que ahora prevé que cerrará el año en negativo.
"Además, es probable que el flujo de caja libre sea negativo para el año comercial completo", añade Moody's en su informe, en el que apunta que el fabricante de aerogeneradores "ya estaba débilmente posicionada en la calificación Baa3 a fines de marzo".
En su revisión, la agencia de calificación considera que la producción y la entrega de turbinas eólicas se reducirá en las próximas semanas, aunque prevé un ritmo razonable de recuperación de la producción durante el cuarto trimestre, aunque existe mucha incertidumbre en torno a la gravedad y duración de la pandemia.
El proceso de revisión podría prolongarse durante tres meses y considerará el impacto de la covid-19 en el proceso de fabricación y operaciones de servicio de Siemens Gamesa, posibles necesidades adicionales de reestructuración más allá de la pandemia, la política financiera del nuevo equipo directivo, su capacidad de refinanciar vencimientos de deuda o el impacto de posibles ayudas públicas