Iberdrola cierra su térmica de Palencia a cambio de una gran inversión renovable
Ribera da luz verde a la clausura de Velilla, donde construirá una solar de 400 MW por 300 millones
El Ministerio para la Transición Ecológica ha autorizado a Iberdrola a clausurar su central de carbón de Velilla, en Palencia. Según fuentes del sector, la compañía ha recibido el visto bueno del departamento que dirige Teresa Ribera a cambio de inversiones en energías limpias dentro del marco de la transición justa.
Concretamente, construirá en la comarca el mayor complejo solar fotovoltaico de Castilla y León, de 400 MW, y uno de los mayores de España. La planta, cuyo cierre se solicitó en 2017, requerirá una inversión de 300 millones de euros y generará, según los cálculos utilizados en el Plan Nacional Intergrado de Energía y Clima (PNIEC), de 4.000 empleos.
Según indica Iberdrola en un comunicado, el plan de transformación de la zona incluye, además, inversiones en redes inteligentes y movilidad sostenible; la instalación de una planta de valorización de residuos; programas de formación y la creación de una plataforma de innovación ciudadana para incentivar el emprendimiento en la comarca. Los trabajos de desmantelamiento de la central térmica en los próximos cuatro años y medio permitirán dar continuidad a la colaboración con proveedores locales, cuya involucración en estas tareas asociadas representará un volumen superior al que mantienen en la actualidad.
Iberdrola indica que la transformación de la comarca de Velilla se basa en tres ejes: “inversiones en proyectos 100% renovables, dinamización del tejido empresarial y el empleo local en torno a principios verdes e innovación y apoyo al emprendimiento local”. En Castilla y León Iberdrola mantiene en construcción y tramitación más de 650 MW en proyectos eólicos y fotovoltaicos.
En este sentido, acaba de iniciar la ejecución del complejo eólico Herrera, con los aerogeneradores de mayor potencia en la actualidad, y el parque Fuenteblanca. Y tramita los proyectos eólicos de Buniel y Valdemoro, con 164 MW de potencia, así como tres plantas fotovoltaicas de más de 400 MW, una de ellas, en Ciudad Rodrigo. En la región, la energética opera ya más de 5.100 MW eólicos e hidráulicos, que la convierten en la región con más potencia verde instalada de la compañía.
Esta promoverá en la comarca proyectos de economía circular, como es el caso de la instalación de una planta de valorización de residuos para el tratamiento y reciclaje de las cenizas, escorias y yesos, con el fin de transformarlos en nuevos materiales para el sector de la construcción.
Iberdrola realiza compras anuales por valor de 150 millones de euros a más de 700 compañías castellanoleonesas, que permiten la generación de 265 empleos al año. Esta colaboración -señala la nota-, “ha permitido avanzar en la configuración de un nuevo tejido industrial, que participa en la construcción de proyectos renovables, el despliegue y mantenimiento de redes eléctricas y trabajos de consultoría medioambiental”.
El plan para Velilla incluye la puesta en marcha de una plataforma de innovación ciudadana para canalizar iniciativas de emprendimiento, en clave de innovación para la transición energética, “que actúen como instrumento acelerador de procesos de colaboración entre la ciudadanía, las entidades públicas y las empresas”.
Largo proceso
En noviembre de 2017, Iberdrola solicitó al entonces Ministerio de Energía el cierre de sus dós últimas centralesd de carbón: la de Velilla (Palencia) y la de Lada (León). La solicitud, además de azuzar el conflicto entre la compañía y el entonces ministro, Álvaro Nadal, se quedó en el cajón hasta la llegada del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez.
Proclive al cierre del carbón, el Ministerio para la Transición Ecológica, instó el cierre de todo el parque español, pero dentro de la llamada transición justa. De esta manera, el permiso para el cierre de las instalaciones está condicionado a los planes de inversión de las empresas para reactivar las comarcas afectadas y mantener el nivel de empleo.