Hong Kong se suma al complicado viaje de Cathay Pacific Airlines
El Gobierno de la ciudad ha aprobado un rescate de 5.000 millones de dólares para la aerolínea mediante la compra de acciones preferentes
La región administrativa especial de Hong Kong acaba de complicar su ya de por sí difícil situación añadiendo a la aerolínea Cathay Pacific a su lista de problemas. El Gobierno de la ciudad ha emprendido un plan de rescate valorado en 39.000 millones de dólares de Honk Kong (4.461 millones de euros), haciéndose con un 6% del total del accionariado de la compañía. El actual accionista mayoritario, Swire Pacific, se ha comprometido a mantener el control, un hecho que también calmará las preocupaciones en torno a una posible adquisición por parte de la también accionista Air China. No obstante, el rescate es un movimiento arriesgado en mitad de las protestas que se expanden por la ciudad.
Cathay ha sufrido durante meses los efectos de las protestas anti gubernamentales que han golpeado su principal base de operaciones, rebajando el número de viajeros incluso antes de que la pandemia empezase a paralizar los vuelos. Grupos de empleados se unieron a las protestas y las represalias que llegaron desde Pekín provocaron la salida del consejero delegado de Cathay el año pasado. En mayo, Cathay desveló unas pérdidas de 4.500 millones de dólares de Hong Kong (514 millones de euros) entre enero y abril de este año. Además del mal resultado, la compañía advirtió de unas negativas perspectivas de futuro y sus acciones valen ahora menos de la mitad que durante los máximos que marcaron en 2010.
En teoría, estas dificultades que ha atravesado la cotizada han incrementado las posibilidades de una toma de control por parte de Air China, la aerolínea estatal que ya posee un 30% de Cathay. Esta incómoda disyuntiva ha quedado descartada, al menos por el momento, después de que Swire Pacific, que ostenta un 45% del total del capital, dijese que seguiría siendo el accionista de control siempre y cuando Hong Kong mantuviese un mínimo de 2.500 millones de dólares (2.218 millones de euros) en acciones preferentes o su préstamo puente de 1.000 millones de dólares (887 millones de euros).
Swire Pacific, Air China y Qatar Airways anunciaron el pasado martes que acudirían completamente a la emisión de derechos valorada en 11.700 millones de dólares de Hong Kong (1.338 millones de euros) que la aerolínea ha impulsado recientemente. Esta emisión ofrece la posibilidad de comprar sus acciones con un descuento del 47% respecto a su último precio de cierre.
Todo esto le da a Cathay algo de oxígeno, pero es otro reto para la jefa ejecutiva de Honk Kong, Carrie Lam. La aerolínea ya tenía una deuda de más de 10.000 millones de dólares (8.873 millones de euros) a finales del año pasado y ha soportado unas pérdidas de liquidez de 320 millones de dólares (283 millones de euros) cada mes desde febrero.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo ha estimado que la demanda de viajes a nivel internacional no se recuperará a los niveles previos a la crisis del Covid-19 hasta al menos 2023. Esto hace el rescate muy arriesgado y más teniendo en cuenta las desigualdades económicas que están en el trasfondo de las protestas que ya han llevado a Pekín a implementar su controvertida ley de seguridad en Hong Kong. El uso de estos fondos puede no sentar bien a muchos de los residentes de la ciudad que ya están sufriendo una dura recesión.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Fernando Belinchón Bernabé, es responsabilidad de CincoDías