Oficemen teme que el virus pase por la industria cementera con peores efectos que la crisis financiera
La demanda nacional se desploma un 50% en abril y las exportaciones caen un 63%, ante los que el sector urge inversión pública
La construcción en España demandó 598.000 toneladas de cemento durante abril, lo que supone un derrumbe del 50% en un mes marcado por el parón de la actividad entre el 30 de marzo y el 9 de abril, decretada por el Gobierno para frenar el efecto del Covid-19.
La patronal Oficemen ha subrayado esta mañana que no existen precedentes en la serie histórica (desde 1964) de un dato mensual con un consumo tan bajo, a excepción de los años de la reciente crisis financiera. En marzo de 1964, anterior suelo, la demanda nacional alcanzó las 780.000 toneladas.
Este comportamiento en los pedidos de cemento en abril acentúa la caída en el acumulado del año, donde ya se señala un desplome del 22%. El consumo en los cuatro primeros meses del año se sitúa en 3,7 millones de toneladas, un millón de toneladas por debajo del periodo comparable de 2019.
Descontado el efecto del permiso retribuido ordenado por el Gobierno, desde Oficemen se estima que en el resto del mes de abril la caída en el consumo de cemento en España se acercó al 30%. “Si no se reactiva la economía de forma inmediata, podemos encontrarnos ante una situación en el consumo de cemento en nuestro país, peor que el peor año de la crisis anterior”, ha señalado el presidente de la patronal, Víctor García Brosa.
Entre las cementeras se teme que el Covid-19 deje una estela de destrucción peor que la crisis. Desde Oficemen se han reclamado planes de inversión en los que el sector de la construcción puede convertirse en una palanca de reactivación económica y de empleo.
“Es la hora de activar las construcciones ligadas a la agenda 2030, y al Pacto Verde europeo, así como el relanzamiento de la demanda en el sector residencial en cuanto a obra nueva e impulsar la rehabilitación de edificios con criterios de eficiencia energética”, apunta García Brosa, “viviendas e infraestructuras no como un fin en sí mismas, sino que tienen el doble objetivo de ser palanca principal de la recuperación y a la vez cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible”.
Entre las propuestas de Oficemen figura un plan público de vivienda social para alquileres a largo plazo.
En el capítulo de las exportaciones, el colectivo que agrupa a la industria del cemento señala un derrumbe del 63,6% en abril, con la pérdida de 416.000 toneladas respecto al mismo mes de 2019.