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Breakingviews
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Las penurias de BT le dan un nuevo brillo a la vieja idea de vender

Escindir parte de su red de banda ancha le daría efectivo para mejorar las conexiones de los hogares

Mensaje
Mensaje ISABEL INFANTES (AFP)

Otro mes de mayo, otra ronda de especulaciones sobre la venta por parte de BT de parte de su red de banda ancha. Los escépticos sin duda señalarán que las conversaciones pasadas sobre una venta de Openreach se vinieron abajo. Pero la caída del precio de las acciones del grupo de 11.000 millones de libras (12.000 millones de euros) hace que esta vez sea más convincente.

El Financial Times informó el jueves de que BT estaba en conversaciones para vender una participación de varios miles de millones en su negocio de redes. El consejero delegado, Philip Jansen, está siendo cortejado por inversores en infraestructuras como el fondo australiano Macquarie y enigmáticos fondos soberanos de inversión, que husmean en busca de flujos de efectivo sólidos, según el artículo. El valor subió un 5,43% en Bolsa el viernes.

Jansen y sus predecesores siempre se han resistido a una escisión. Y su movimiento de comprar 2 millones de libras (2,3 millones de euros) en acciones esta semana es definitivamente desalentador en ese sentido. Las leyes de tráfico de información privilegiada hacen muy poco probable que Jansen acumule títulos si sabe que algo importante está en marcha. Y su reciente decisión de recortar el dividendo de BT durante 18 meses ahorra 2.500 millones de libras (2.800 millones de euros). Eso irá a los 12.000 millones (14.000 millones) que necesita Jansen para conectar 20 millones de hogares británicos a conexiones de fibra FTTH.

Sin embargo, tres cambios en las circunstancias externas dan a la idea una lógica más convincente. El primero es la elección del año pasado como primer ministro de Boris Johnson. Sus promesas de “nivelar” los vecindarios británicos implicarán más gasto en infraestructura. Es fácil ver al Gobierno presionando a BT para que vaya más allá en la conexión de comunidades distantes.

El segundo es el auge del apetito por las infraestructuras de telecomunicaciones por parte de los fondos en busca de flujos de caja estables y a largo plazo. La operadora española de torres Cellnex cotiza a 20 veces el ebitda de este año, frente a las 3,5 veces a las que lo hace BT.

El tercero es el precio de las acciones de BT, que esta semana cayó por debajo de una libra por primera vez en más de una década. Poner los 2.800 millones de libras (3.200 millones de euros) de ebitda que alcanzó Open­reach el año pasado en un múltiplo de 7 veces (menos que las 9 que alcanzó este mes Virgin Media, nuevo socio de O2) valora la división en 20.000 millones (23.000 millones).

Si la prioridad de Jansen es sujetar el precio de sus acciones, así como la desigual red de banda ancha británica, vender un pedazo de Openreach sería una forma de afrontarlo.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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