Mahou fabrica pantallas protectoras y piezas para respiradores con impresoras 3D
Los pondrá a disposición de los hospitales de Guadalajara, Alcalá de Henares y del Infanta Leonor de Madrid
Mahou cambia los botellines por material sanitario para la lucha contra el Covid-19. La compañía cervecera ha comenzado a fabricar en su planta situada en Alovera (Guadalajara) pantallas de protección visual para personal sanitario, así como componentes para respiradores, utilizando para ello impresoras 3D que normalmente se utilizan para la fabricación de piezas y respuestos en su cadena de montaje.
Una iniciataiva del equipo de ingeniería de este centro productivo, donde tamibén se están reproduciendo a través de estas impresoras piezas que permiten acoplar distintos tipos de filtro a las máscaras de buceo que se están donando para su uso por parte del personal sanitario. Mahou está poniendo estos materiales a disposición de los hospitales de Guadalajara, Alcalá de Henares y del Infanta Leonor de Madrid. También se están donando elementos de protección para el personal como gafas, cubregafas, así como otros instrumentos médicos como pulsioxímetros, según ha explicado la compañía, que ha registrado sus impresoras 3D en la red solidaria Coronamakers, con el fin de cubrir las posibles necesidades que surjan en la zona.
“Se trata de una iniciativa que nació del equipo, de sus ganas de ayudar. Todos estamos volcados en el proyecto para contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, a paliar la carencia de material de protección para los sanitarios, que están realizando una inestimable labor en estos momentos", valora en un comunicado Nicolás Castrejón, director industrial de Mahou San Miguel. “Este centro y esta compañía tienen la firme voluntad de desempeñar un rol activo para combatir esta crisis y nuestro deseo es ayudar ahí donde podamos hacerlo”, ha añadido.
En paralelo, Mahou dice estar cediendo parte de la capacidad de sus servidores industriales para un proyecto de computación colaborativa con las Universidades de Stanford y Washington, cuyo objetivo es simular la dinámica de las proteínas del COVID-19 para buscar posibles tratamientos.