PSA plantea un ERTE en Figueruelas y Vigo por motivos de producción
Los trabajadores reclaman que el expediente tenga las mismas condiciones que el anterior
La dirección del Grupo PSA ha planteado que, después del estado de alarma decretado para evitar la propagación del coronavirus, se aplique en las factorías de Figueruelas y Vigo un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por circunstancias de la producción y organizativas.
Debido a la crisis sanitaria, las plantas se encuentra paradas y en mitad de un ERTE por causa de fuerza mayor, que finalizará cuando acabe el estado de alarma -el 26 de abril si el Gobierno no vuelve a prorrogarlo-.
Por ello, este lunes, la dirección de la empresa ha planteado a los trabajadores que, tras el estado de alarma, se aplique en ERTE por circunstancias de la producción en Figueruelas que se prolongue hasta el 31 de julio, cuando se espera que la planta vea normalizada su situación.
De esta forma, la vuelta de los empleados a la factoría sería "gradual", con turnos y líneas que pararían "más o menos". En principio, la afección sería de un máximo de 70 días por trabajador, según han detallado fuentes del comité de empresa a Europa Press, al tiempo que han opinado que la empresa con esta medida "quiere cubrirse las espaldas y proteger al trabajador".
En este contexto, los sindicatos han reclamado que este nuevo ERTE cumpla las mismas condiciones que el anterior. Además, el comité de empresa ha recordado que lo primero es la salud de los empleados, y que será el inspector de trabajo el que determine si la planta cumple con las condiciones sanitarias oportunas para volver a la producción.
Por otra parte, la compañía ha proporcionado ordenadores portátiles a los representantes de los trabajadores para que las reuniones de negociación de este ERTE puedan desarrollar vía telemática.
Asimismo, la dirección de la planta de Vigo ha trasladado a los sindicatos su intención de aplicar un ERTE ordinario por razones organizativas y de producción, que tendría una duración de 90 días y que se aplicaría una vez que se reanude la actividad de la fábrica y deje de estar en vigor el estado de alarma.
Así lo ha trasladado la empresa a los representantes de los trabajadores en un reunión, en la que les ha informado de que esta regulación de empleo, por "razones de organización de la producción", afectaría a los empleados con jornada a tiempo completo y se empezaría a aplicar cuando se reinicie la actividad en la factoría -la fecha prevista es el 20 de abril, pero no está confirmada- y deje de estar vigente el ERTE aplicado por causa de fuerza mayor.
La nueva regulación se propone para 90 días, en "dos etapas" y para todos los trabajadores con contrato fijo a tiempo completo -entre 4.000 y 4.500, de los 7.400 que hay en la plantilla-. Así, la empresa plantea una primera fase de 55 días a aplicar durante 11 semanas de ERTE, que se consideran "necesarios para la recuperación progresiva de la actividad".
En esa primera etapa, se irían incorporando los diferentes turnos de forma gradual y, en último lugar, el turno de noche. El llamado 'cuarto equipo' se incorporaría a la fábrica en julio.
A partir de ese momento, se iniciaría una segunda fase del ERTE, de 35 días aplicables hasta final de año para, según la empresa "afrontar la caída de la producción derivada de los mercados" y una previsible bajada en la demanda. "Se habla de una caída de entre el 15 y el 50 por ciento, y nosotros hacemos esta previsión para una caída estimada del 30 por ciento", han puntualizado desde la dirección de PSA Vigo.
Las mismas fuentes han señalado que, para el caso de trabajadores a tiempo parcial y eventuales, "tienen otros mecanismos para regular su jornada". Los sindicatos han acogido este planteamiento con cautela, y han empezado a "analizar" los argumentos de la empresa, aunque han avanzado que su intención es que la regulación "pueda incluir a más trabajadores".