S&P mantiene el rating de Repsol y rebaja a "estable" su perspectiva
La agencia prevé un precio medio del barril de 30 dolares este año, 50 dólares el próximo y 55 dólares en 2022
S&P Global ha reafirmado la calificación crediticia a largo plazo de Repsol en BBB, aunque ha rebajado su perspectiva a estable, desde positiva por el impacto de la crisis del coronavirus sobre los precios del crudo.
En un informe en el que analiza los ratings de los 10 principales grupos integrados de petróleo y gas y compañías de exploración y producción europeos ante el colapso registrado en el precio del petróleo, la agencia de calificación señala que la revisión a la baja de la perspectiva de Repsol refleja la estimación de una contracción en sus ganancias para este año debido al desplome en los precios del petróleo y el gas.
Así, considera que el balance financiero de la compañía se verá afectado "significativamente" por una derrumbe en el precio del barril de Brent a 30 dólares este año, frente a los cerca de 60 dólares de 2019. No obstante, vaticina que sus proyecciones de medidas crediticias para la compañía mejorarán a partir de 2021 debido a la recuperación en los precios petrolíferos.
Además, subraya que el mantenimiento de la calificación de Repsol está respaldado por la percepción "de la voluntad y capacidad" de la compañía para llevar a cabo acciones para mitigar el efecto negativo en este entorno de precios más bajos, incluidos los recortes en los gastos de capital y la venta de activos.
De hecho, cree que, en conjunto, esto debería permitir a Repsol situar el ratio de fondos operativos (FFO, por sus siglas en inglés) sobre la deuda en el 40%, desde el 30% al que puede caer en este año.
Igualmente, ve una fortaleza en la diversificación del grupo que dirige Josu Jon Imaz, que debería permitirle ser "más resistente a la recesión y menos sensible a la volatilidad del precio del petróleo" que otras compañías del sector.
En su informe global, S&P subraya que los precios del petróleo y los márgenes del refino se han desplomado a mínimos en varias décadas debido al efecto combinado de la caída en la demanda del sector aéreo por el coronavirus y a la guerra de precios. Así, prevé un precio medio de 30 dólares el barril para lo que resta de año, de 50 dólares para 2021 y de 55 dólares a partir del año siguiente.
De esta manera, S&P ha situado en negativa las perspectivas sobre las calificaciones de Aker BP, Eni, Equinor y Total, aunque manteniendo sus ratings.
Asimismo, al igual que en el caso de Repsol, ha rebajado a estable desde positiva, las calificaciones sobre las compañías BP y MOL Hungarian Oil and Gas. Anteriormente, la agencia ya había revisado a la baja la calificación de Exxon Mobil (a AA de AA+) y las perspectivas de Chevron (AA) y Royal Dutch Shell (AA-), a negativo desde estable.