100.000 euros de ventas en ovillos de lana en un día por el coronavirus
La firma española We Are Knitters, desbordada ante la avalancha de pedidos de kits para tejer para hacer frente al Covid-19
A raíz del coronavirus, que tiene confinados en sus casas a millones de personas, se ha disparado la afición por tejer. Lo saben bien los fundadores de la empresa española We Are Knitters, María José Martín y Alberto Bravo, que han visto disparadas sus ventas, hasta el punto de estar quedándose sin proveedores de lana, dada la avalancha de pedidos que han recibido en los últimos días.
Y aseguran que han multiplicado la facturación por cuatro. De hecho, han logrado un hecho relevante en sus ocho años de existencia, llegando a facturar más de 100.000 euros en solo un día. En Italia, su facturación ha aumentado un 250%, y en España, el 100%.
Ante estos datos y ante el cierre de fronteras, la firma está buscando almacén logístico en España, ya que los productos se envían a casi todo el mundo desde Múnich (Alemania) y desde New Jersey (Estados Unidos). La compañía de lanas y kits para tejer factura el 95% de sus 10 millones de euros de ventas fuera de España. Y el 90% de sus productos se despachan a través del canal online. Ahora pretende crear una comunidad solidaria para enseñar a tejer a millones de personas, mediante tutoriales a través de las redes sociales.
We Are Knitters nació en 2011, de la mano de dos emprendedores, María José Marín y Alberto Bravo, que hasta entonces trabajaban con auditores financieros en PwC, y poco sabían del negocio en el que se iban a embarcar. Con 13.000 euros de inversión, empezaron siguiendo la fiebre del homemade, que surgió a raíz de la anterior crisis económica, y con la ayuda de internet y de tutoriales de YouTube empezaron a dar forma al negocio."Internet nos enseñó desde montar una web hasta tejer. Tuvimos que aprender para enseñárselo al resto", explicaba Marín, en una entrevista a CincoDías.
Desde sus inicios, la empresa siempre tuvo una clara vocación internacional, dirigida sobre todo a Estados Unidos, donde existe un mercado con tradición tejedora, con más de 38 millones de personas aficionadas a esta actividad.