La CNMC retrasa la aprobación de las circulares energéticas
El organismo regulador tiene tres normas por aprobar de un paquete de 14
Hasta la semana pasada, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) mantuvo su actividad siguiendo los protocolos de las autoridades sanitarias. En el último pleno del organismo que preside José María Marín, el del jueves, se acordó la remisión al Consejo de Estado de la circular de acceso y conexión a las redes eléctricas, la más complicada de las 14 normas energéticas que comenzó a tramitar el pasado verano, tras recibir la potestad legislativa en un real decreto ley que al efecto el Gobierno había aprobado en enero.
Esta circular provocó un conflicto competencial con el Ministerio de Transición Ecológica, ya que este comparte la potestad sobre el acceso a las redes con la Comisión. Aprovechando dos reales decretos ley de otras materias, el Gobierno se ha hecho con el derecho a adjudicar los puntos de conexión de los emplazamientos de las centrales térmicas que van a cerrar en el futuro, las de carbón y las nucleares. También se ha atribuido la regulación de la llamada hibridación con la que no todos los miembros de la CNMC estaban de acuerdo. Esta consiste en que plantas de renovables que puedan convertirse en mixtas (eólicas y fotovoltaicas, por ejemplo) puedan utilizar la misma conexión, siempre que a esta le sobre capacidad.
Por tanto, además de esta norma, a la CNMC aún quedan dos circulares por aprobar: la relativa a la retribución de las redes de distribución del gas natural (la más polémica empresarialmente, y la única cuyo texto y trámite se repitió) que ya ha recibido el visto bueno del Consejo de Estado y la metodología de peajes del gas, que fue devuelta por el Consejo de Estado por defecto de forma y cuyo nuevo texto está ya en manos de este organismo para su dictamen.
El pleno del organismo, podría, pues, aprobar ya la circular de retribución de las infraestructuras del gas, pero, dada la obligación de sus miembros de permanecer en casa a raíz del decreto de estado de alarma, la decisión se retrasa. Y es que el estatuto interno que rige el funcionamiento de la Comisión no contempla reuniones del consejo por métodos telemáticos, aunque, señalan fuentes próximas a la Comisión, tampoco lo impide. Aunque las reuniones a distancia no han sido hasta ahora del agrado del presidente, este ha optado por ellas.
Así, según las instrucciones que Marín dio ayer al los consejeros, "se procurará reducir almáximo el númerode reuniones y,cuando sea neesario convocarlas, se hará de forma que se facilite la asistencia por medios telemáticos. Próximamente, elsecretario delconsejo nos informará del calendario propuesto y de los aspectos técnicos oportunos".
El organismo garantiza en cualquier caso las liquidaciones mensuales del sistema que, aunque es una función que corresponde a Transición Ecológica, desempeña la Comisión provisionalmente desde hace unos años. Las liquidaciones de los ingresos del sistema (el dinero que pagan los consumidores en sus facturas y los correspondientes a los llamados impuestos energéticos o de la recaudación de las subastas de derechos de emisión de CO2 que se destinan al sistema) permitirá que las empresas reguladas, distribuidoras y transportistas y las renovables (los incentivos que reciben vía peajes) puedan cobrar mensualmente las cantidades que la ley les reconoce. Esto es válido tanto para la luz como para el gas natural.
En mitad de la crisis sanitaria
La CNMC, según el rel decreto ley de enero de 2029 que regula sus funciones, tenía que haber aprobado antes de fin de año14 circulares energéticas. El organismo comenzó su trámite en julio y dado el volumen y lo conflictivo de algunos cambios regulatorios, llegó 2020 con algunas pendientes. A día de hoy, son tres las que han quedado rezagadas y por distintos motivos: la de retribución de las redes de gas porque los cambios introducidos tras la consulta pública aconsejaron una nueva redacción; la de metodología de peajes del gas, porque el Consejo de Estado la devolvió por defecto de forma y la de conexión a las redes eléctricas, por las tensiones entre el organismo y Transición Ecológica, que comparten unas competencias a las que ninguna de las partes quería renunciar.