El Eurogrupo discute la respuesta al coronavirus presionado por Bruselas y el BCE
Ahora tendrán que coordinar las medidas nacionales y actuar de forma conjunta para evitar al máximo el impacto económico
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) mantienen este lunes una reunión por videoconferencia en la que intentarán coordinar la respuesta económica de la moneda única al brote de coronavirus, presionados por el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea, que reclaman coordinación y contundencia a las capitales.
Los responsables económicos de los Diecinueve afrontan este lunes una de sus reuniones más complicadas desde la crisis financiera y sobre ellos recaen las miradas después de que la presidenta del instituto emisor, Christine Lagarde, y la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, reclamasen la semana pasada acción y coordinación a las capitales de la zona euro para hacer frente al brote vírico.
"Es necesaria una respuesta fiscal ambiciosa y coordinada para apoyar a las empresas y trabajadores en riesgo", enfatizó el pasado jueves la francesa, que apuntó a la responsabilidad de los países ante las limitaciones de la política monetaria. Un día después, la alemana apuntó que el impacto sobre las economías de la zona euro será "temporal" pero los países deben "trabajar juntos para asegurar que sea todo lo corto y limitado posible".
Tras el hundimiento de las Bolsas al finalizar la semana, con el Ibex perdiendo más de un 14% el jueves en la peor sesión de su historia, la presión se concentra ahora en el Eurogrupo, que este lunes debe completar la respuesta monetaria adoptada el jueves por el BCE con estímulos fiscales coordinados a nivel nacional.
Países como Italia, Alemania y España ya han esbozado las primeras medidas de apoyo a sus economías, que pasan principalmente por líneas de crédito a empresas con problemas de liquidez, moratorias y aplazamientos en el pago de impuestos como el IVA o esquemas de ayudas a trabajadores despedidos o con jornadas y salarios reducidos.
El trabajo del Eurogrupo, ahora, es coordinar al máximo estas medidas nacionales y actuar de forma conjunta para evitar al máximo el impacto económico que, con seguridad, tendrá el brote de coronavirus sobre la economía europea. El Ejecutivo comunitario ya asume que 2020 terminará con una contracción del PIB, pero el objetivo es aliviar la caída.
"La mayor parte de las acciones iniciales corresponden a las capitales, pero lideraré que nuestro grupo acuerde una respuesta económica de la UE amplia y coordinada a esta crisis sanitaria", ha resumido el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, en un mensaje compartido en la red social Twitter, en la que también anunció que el encuentro no será presencial en Bruselas sino que se desarrollará por videoconferencia.
Los ministros tendrán sobre su mesa virtual el paquete de medidas que Bruselas presentó el viernes, encabezado por un plan de inversiones con el que pretende movilizar 37.000 millones de euros de fondos europeos hasta ahora no gastados en reforzar los sistemas sanitarios, sostener el mercado laboral e inyectar liquidez a pequeñas y medianas empresas en dificultades.
Además, la Comisión Europea ha prometido a los países una flexibilidad total en la aplicación de las reglas presupuestarias y sobre ayudas de Estado, un paso que abre la puerta a que eleven su gasto público sin miedo a ser sancionados por incumplir los límites de deuda y déficit públicos.
Ahora, los países deben decidir hasta dónde llevan esa respuesta. Francia e Italia son más partidarios de adoptar un estímulo fiscal masivo que permita levantar la economía. Frente a esta posición, el Gobierno defenderá la necesidad de dar una respuesta fiscal suficiente, pero también de evitar "comportamientos irresponsables".
"Queremos un estímulo fiscal que pueda compensar el efecto del coronavirus, pero no políticas que generen comportamientos irresponsables", han explicado fuentes del Ministerio de Economía, que remarcan la necesidad de "mantener los objetivos de consolidación" presupuestaria.
Reunión del G7
Por otra parte, Japón espera que la videoconferencia que sostendrán en las próximas horas los líderes del G7 permitirá fortalecer la cooperación mundial para hacer frente globalmente a la pandemia de coronavirus que ha afectado a más de un centenar de países.
Así lo destacó el ministro portavoz del Gabinete nipón, Yoshihide Suga, al referirse a la cumbre a distancia que sostendrá el G7 a partir de las 14.00 GMT de este lunes y que fue convocada el pasado viernes.
"Japón espera contribuir activamente a esta conversación para frenar el impacto (del coronavirus) a la economía mundial y fortalecer la cooperación mundial", afirmó Suga.
También señaló que la videoconferencia permitirá al primer ministro nipón, Shinzo Abe, explicar a los otros líderes del G7 las medidas adoptadas por Japón para luchar contra la pandemia, uno de los primeros países que se vio afectado después de que brotara en China.
Japón registró el primer caso de infectado por el nuevo coronavirus el 16 de enero pasado. A causa de la pandemia unas 1.500 personas han quedado infectadas y 31 han muerto en este país, incluyendo los casos detectados en el crucero "Diamond Princess", que amarró a comienzos de febrero en el puerto de Yokohama.
Para que coincida con la videoconferencia del G7, el Banco de Japón (BoJ) adelantó para hoy una reunión regular sobre política monetaria que iba a mantener el miércoles y el jueves de esta semana, también para analizar medidas vinculadas con la pandemia.
Al respecto, Suga destacó que es "sumamente importante" que se apliquen medidas para estabilizar los mercados financieros a causa de las turbulencias que se están generando por el impacto económico de la pandemia.
La reunión urgente del BoJ fue convocada después de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunciara un recorte de los tipos de interés de referencia en un punto porcentual, hasta el rango 0-0,25 %.
Japón mantiene en negativo desde 2016 su tasa de interés de referencia,. en el -0,1 %, como parte de las medidas de estímulo monetario aprobadas por el BoJ para impulsar la economía nipona.
La decisión de la Fed no ha tenido un especial impacto en la Bolsa de Tokio, aunque el mercado bursátil se está moviendo con gran volatilidad. Al llegar al descanso del mediodía, el Nikkei registraba un avance del 0,11 %.