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Energía

Endesa cancela todos los viajes y contactos con la italiana Enel

Enel tiene el 70% de la eléctrica, de la que se embolsa altos dividendos. La empresa española teme una caída notable de la demanda

ENDESA
Álvaro Bayón

Italia ha sido el epicentro europeo del coronavirus. Y si hay un activo eminentemente italiano en España ese es Endesa, después de que Enel se alzase victorioso de la controvertida guerra de opas. Los 15.000 millones en los que está valorado su 70,1% en Endesa y los voluminosos montantes que se embolsa vía dividendo hacen que este sea el mayor interés de una empresa italiana en España. Y el que más podrá ver afectada su vida diaria por la absoluta cuarentena decretada en el país transalpino.

Por el momento, Endesa ha cortado todos los lazos presenciales con su matriz italiana. Desde hace varias semanas ha eliminado todas los viajes y las reuniones con Enel y se han sustituido por encuentros por Skype, según indican fuentes de la empresa.

A pesar de que desde la compañía aún no cuentan con una estimación concreta, todo apunta a que el efecto del Covid-19 aún no se ha notado sobre las cuentas de Endesa. El mercado eléctrico, defensivo y más resistente al miedo de los consumidores, cuenta con una demanda que hasta ahora ha sido constante. Los consumidores seguirán encendiendo la luz de sus casas y las empresas y las fábricas españolas han producido con normalidad hasta ahora.

Es plausible pensar que los planes de contención puestos en marcha hagan que esto cambie. El mayor temor de Endesa es que el cierre de los colegios en Madrid, Vitoria, Labastida, La Rioja y una parte de Burgos reducirán a cero su consumo de energía. También que lo recorten las compañías de estas zonas que manden a teletrabajar a sus empleados. Y sobre todo cómo afecte a la industria, el gran consumidor de energía eléctrica, las caídas en la oferta (por la parálisis de China) y la demanda (por el temor en Europa) agregadas.

A cierre de 2019, Endesa retiene el 18,3% de cuota de mercado en generación eléctrica, el 44,1% en distribución y el 34,1% en comercialización. Cuenta además con un pequeño negocio de comercialización de gas (el 13% de los ingresos) y otro de electricidad en Portugal.

Fuentes de la compañía indican que el efecto de esta previsible caída en la demanda eléctrica –que se verá reflejada en los precios que se crucen en el pool y se traslade a los consumidores– podrá ser sostenida por la compañía si tiene una duración limitada. La compañía aún no tiene calculado el efecto si esta situación se extiende más allá.

De acuerdo a su plan estratégico, Endesa preveía que la demanda de energía se situase este año en los 253 teravatios por hora, impulsado por un alza del PIB que el Gobierno estimaba en el 1,6%. Esperaban que el precio medio en el mercado mayorista se situase este ejercicio en los 53,2 euros por megavatio y hora. Unas cifras que ahora están en cuarentena.

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Sobre la firma

Álvaro Bayón
Redactor de la sección de empresas especializado en operaciones corporativas, banca de inversión y capital riesgo. Graduado en Estudios Hispánicos por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Periodismo UAM-El País, ha desarrollado toda su carrera en Cinco Días, donde trabaja desde 2016.

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