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Bonos españoles

Santander, CaixaBank y Bankia reducen su deuda pública en 15.000 millones

Los bancos venden o no renuevan su cartera por la baja rentabilidad; los resultados de operaciones financieras siguen siendo su sustento

Deuda bancos
Belén Trincado / Cinco Días

La deuda soberana española a 10 años marcó el pasado agosto un mínimo histórico de rentabilidad cerca del 0%. Y los bancos patrios, compradores habituales de los bonos que emite el Tesoro, han decidido ir soltando lastre. Bien para hacer caja con las plusvalías, bien porque han dejado vencer la renta fija que tenían en balance sin renovarla ante el escueto interés que ofrece. Santander, CaixaBank y Bankia redujeron su cartera de deuda pública española en 15.083 millones el año pasado, según los informes anuales de las entidades.

Los últimos datos del Tesoro, correspondientes precisamente a diciembre, revelan que la deuda estatal en manos de las entidades financieras nacionales está en mínimos desde 2010, cuando estalló la crisis de la renta fija soberana; en diciembre de ese año, la cuantía alcanzaba los 124.637 millones. A cierre del año pasado, sumaban 143.766 millones de euros. Son mínimos de 10 años. Ahora, y desde hace años, el BCE es el mayor acreedor de España, con 212.598 millones de deuda estatal.

Los bancos se anotan las eventuales plusvalías de las ventas de sus carteras de deudas en los resultados por operaciones financieras (ROF), que el año pasado volvieron a ser un sustento de sus, aun así, decrecientes beneficios. Este apartado, en los seis bancos del Ibex, descendió ligeramente hasta los 3.695 millones de euros en 2019, frente a los casi 4.000 del ejercicio anterior. Pero incluso así fue un epígrafe que se mantuvo fuerte, frente a las intensas caídas, en algunos casos, de los márgenes de intereses.

Los bonos comprados cuando la deuda española a una década ofrecía en torno al 7% de interés, en el verano de 2012, acumulan fuertes plusvalías, puesto que su precio se mueve de forma inversa a la rentabilidad. Así, los inversores han tenido dos opciones: vender en mercado y embolsarse en el acto los beneficios o sacar jugo a esos rendimientos, quedándose con la deuda hasta que esta expirara. Ahora, unos tipos por encima del 6%, que llegaron a ser habituales, son ciencia ficción, a la luz del rendimiento que ofrece el bono español a un decenio, ayer por debajo del 0,3%.

Santander, el banco que más ha reducido su cartera de deuda española, en más de 8.400 millones de euros, explica en sus resultados de España que su margen bruto se incrementó un 2%, “impulsado por las comisiones, que suben un 4% y por los ROF, que aumentan por ventas de la cartera ALCO [de renta fija]”. Precisamente por las desinversiones de renta fija, el banco redujo su margen de intereses; es decir, lo que recibía de esa cartera de deuda.

CaixaBank también revela que ha vendido deuda para mejorar sus resultados de operaciones financieras. “Se sitúa en 298 millones de euros en 2019 (+7,2 %) e incluye, entre otros, la materialización de plusvalías en activos de renta fija”.

Bankia, pese al descenso de su cartera de renta fija española, señala que resultado de operaciones financieros se redujo un 27,3% por las menores ventas de renta fija. Por tanto, la caída del importe se debió a vencimientos.

En Sabadell, la cartera de renta fija española se mantuvo estable y la entidad explica que su resultado por operaciones financieras, de un total de 110 millones, fue inferior debido a las “menores ventas de renta fija”.

En BBVA, que en el informe anual no discrimina entre deuda pública española y extranjera, elevó su cartera total en más de 2.700 millones, hasta 44.746 millones, si bien indica que los resultados por operaciones financieras cerraron con un alza anual del 15,4% y registraron “una excelente evolución en el último trimestre del año (+31,8%) por los resultados generados de España y Turquía”.

Se acabó el maná para engordar los resultados

Deuda pública. Los bonos soberanos españoles, en lo peor de la crisis, se habían convertido en una fórmula recurrente de las entidades financieras para animar sus cuentas de resultados. Las tenencias de deuda siguen siendo sustanciales, pero ya no tienen la potencia para mejorar de manera significativo los resultados. En Santander, la deuda pública española sumaba 42.054 millones; en CaixaBank, 31.185; en Bankia, 21.311; en Sabadell, 12.871, y en Bankinter, 5.475 millones. Las reservas de deuda española compradas a buen precio se agotan y ahora lo que pueden adquirir tiene una rentabilidad ínfima.

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