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Operaciones

Imperial Brands posterga la venta de Tabacalera por el coronavirus

El gigante tabaquero negocia con la china Hubao

El coronavirus ha dejado en suspenso una de las operaciones reina de 2019. Se trata de la venta de Tabacalera, la división de puros habanos de Imperial Brands, que se había tasado en más de 1.300 millones y estaba en negociaciones avanzadas con la china Hubao.

La venta de la histórica compañía española –dueña de firmas como Romeo y Julieta o Montecristo– arrancó ya con ciertas dificultades. AZ Capital, el banco de inversión al que Imperial Brands había encargado la operación, constató las complicaciones de los fondos de capital riesgo para invertir en un sector como el tabaco. También de los posibles compradores estadounidenses por los negocios de la compañía en Cuba, donde están buena parte de sus ingresos.

Estas limitaciones redujeron la lista de posibles candidatos. Al cierre de 2019, emergió con fuerza la compañía china Hubao. Se trata de una multinacional con sede en Hong Kong y que cotiza en la Bolsa china.

La propia consejera delegada de Imperial Brands, Alison Cooper, confirmó en la presentación de resultados del emporio tabaquero que siguen adelante con la operación. "Estamos en un estado avanzado, de otro modo no hubiésemos considerado esta división como disponible para la venta y reconocido una provisión por ello. Pero es una operación compleja, con varios Gobierno involucrados. Estoy tratando de cerrar la operación. Está en un estado avanzado y esperamos que se concluya próximamente, pero no podemos dar una fecha. Trabajamos activamente para culminar la desinversión", afirmó Cooper en la conferencia de analistas del pasado 27 de noviembre.

Los últimos flecos de la operación impidieron que se cerrase antes de finales de 2019, como estaba previsto. Aunque todo apuntaba a que el inicio del año traería consigo el anuncio del cierre de la desinversión, un cisne negro se cruzó en su camino. La vuelta de las vacaciones de Navidad trajo la eclosión del coronavirus en China, que en febrero ya campa a sus anchas en Europa. El miedo a un contagio masivo ha hecho trabajar a banqueros de inversión y demás directivos desde su casa en el país asiático. Y ha complicado los viajes, especialmente los procedentes de China. Un requisito indispensable para estampar la firma de cierre de una compraventa.

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