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Level multiplica sus pérdidas por la crisis argentina y la base de París

La aerolínea de bajo coste de larga distancia de IAG perdió 39 millones en 2019

Infografía de un avión de Level en una imagen facilitada por la empresa.
Infografía de un avión de Level en una imagen facilitada por la empresa.
CINCO DÍAS

"Un año dispar". Así califica el consejero delegado de IAG, Willie Walsh, el ejercicio vivido en 2019 por Level, la aerolínea de bajo coste de larga distancia del grupo que integra también a British Airways, Iberia y Vueling, entre otras aerolíneas. La compañía multiplicó sus pérdidas lastrada por la crisis argentina y por la apertura de una nueva base en París cuya evolución resultó decepcionante.

Level cerró el año con un resultado después de impuestos negativo por importe de 39,26 millones de euros, según recoge IAG en sus cuentas individuales. Eso supone casi quintuplicar las pérdidas de 8,37 millones del ejercicio anterior.

En términos operativos, la evolución no fue tan negativa, según el mismo informe anual. El resultado de explotación pasó de 27,5 a 29,7 millones de pérdidas.

Para Level, es el tercer ejercicio de números rojos. El grupo ha ido inyectando fondos en la filial para apoyarla mientras busca el camino hacia la rentabilidad. En 2018 ya invirtió 48 millones en el capital de la filial, en sendas operaciones en mayo y noviembre de ese año. Y en 2019 ha vuelto a la carga: "el 10 de junio de 2019 y el 17 de diciembre de 2019, la sociedad invirtió 17.000.000 euros y 10.000.000 respectivamente en el capital de FLY LEVEL S.L., que es una filial participada al 100 por cien", dice IAG en su informe anual. Son por tanto 27 millones más, una cifra similar a las pérdidas sufridas.

Willie Walsh ha encargado a Fernando Candela, procedente de Iberia Express, que enderece el rumbo de Level con su nombramiento como consejero delegado.

En una carta a los accionistas incluida en el informe anual del grupo, Walsh hace el siguiente análisis de los problemas de Level en el pasado ejercicio: "Level, nuestra marca de larga distancia y bajo coste, tuvo un año dispar. Su popular servicio Barcelona-Buenos Aires estaba funcionando excepcionalmente bien antes de la devaluación del peso argentino. Con un muy sólido punto de venta en Argentina y una demanda robusta y constante a nivel local, el desempeño financiero, sin embargo, se vio fuertemente golpeado por la devaluación de entre el 50% y 60% de la moneda argentina. La apertura de una segunda base de larga distancia en París también resultó ser más difícil de lo previsto, aunque la situación mejoró en el segundo semestre".

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