Just Eat encadenó en 2019 su tercer año en beneficios en España y se abre a repartir comida de súper
“El delivery no debe ser sinónimo de precariedad”, dice su director general Patrik Bergareche
Just Eat cerró el año 2019 con beneficios en sus operaciones en España, encadenando de esta forma tres ejercicios consecutivos de ganancias en un sector en el que buena parte de sus operadores conviven con los números rojos.
Así lo confirma a CincoDías el director general de la plataforma de reparto de comida a domicilio en España, Patrik Bergareche, satisfecho por el rendimiento de la compañía en el último año: “Las ventas han seguido creciendo y hemos consolidado la rentabilidad del negocio. Somos líderes por volumen de pedidos y hemos llegado a superar ampliamente el millón de pedidos al mes”, apunta Bergareche, que dice no poder traducir esto en cifras por “política de empresa”, un celo habitual entre las empresas del sector.
Sirvan como referencia los datos de 2018, cuyas cuentas acaba de depositar en el Registro Mercantil. Ese año los ingresos fueron de 38 millones de euros, un 35% más, generados en su mayor parte por las comisiones cobradas a restaurantes por el uso de la plataforma; y el beneficio fue de 2,5 millones, en línea con el de 2017.
“Estamos contentos sobre todo por cómo ha cambiado el panorama en los últimos años”, dice Bergareche, que este lunes participó en el congreso de restauración HIP que se celebra en Madrid. Se refiere a una competencia cada vez más feroz con “empresas con gran capacidad de inversión, que pueden permitirse entrar en dinámicas de pérdida de rentabilidad. En ese contexto en Just Eat hemos aguantado el chaparrón”.
Empresas de las que le distancia, sobre todo, el modelo laboral. A diferencia de Deliveroo o Glovo, los repartidores de Just Eat no son autónomos, sino asalariados de empresas de servicios logísticos que contrata para entregar los pedidos de los restaurantes que no lo hacen por sus medios, “una minoría” entre los 11.000 con los que trabajan. Un modelo que, como punto negativo, acarrea “no poder adaptar la estructura a las curvas de demanda. Es una desventaja competitiva”.
Lo positivo, dice Bergareche, es “ser indudablemente legal. No soy obtuso, miro lo que hace la competencia, pero en materia regulatoria decimos que tenemos que operar siempre en la zona blanca de la ley, es decir, donde no haya ni media duda. Los restaurantes quieren asociarse con empresas que den garantías de que mañana no les va a venir una multa de la inspección de trabajo”.
El director general de Just Eat en España lamenta, eso sí, que el sector del reparto a domicilio esté marcado por una imagen de “precariedad” por las polémicas laborales suscitadas. “Queremos demostrar a la ciudadanía y los grupos de interés que existen modelos en los que coexiste una innovación intensa y el cumplimiento normativo. La comida a domicilio no debe ser sinónimo de precariedad laboral”, sentencia.
Una de las novedades que prepara la empresa es la entrada en el reparto de comida preparada desde los supermercados, una tendencia a la que se han sumado las principales cadenas del sector. “Siempre estudiamos entrar en nuevas fronteras en todo lo que tiene que ver con comida”, dice Bergareche. “Mantenemos conversaciones con grupos de distribución de manera habitual, lo lógico es que cristalice en algún acuerdo este año. Operamos en más de 1.000 municipios y eso les resulta interesante”.
Just Eat también se abre a llegar a acuerdos de exclusividad con marcas de restauración, algo que la CNMC le limitó al adquirir La Nevera Roja en 2016. Sin embargo, esa barrera ya ha expirado. “En ese periodo la competencia sí ha entrado en esa dinámica de exclusividad. No vamos a quedarnos con los brazos cruzados, pero tenemos que ser muy cuidadosos y cumplir todas las normas de competencia”.
Bergareche se muestra convencido de que el sector va directo a una mayor consolidación. Tras comprar la canaria Canary Flash, Just Eat mantiene “los ojos abiertos” ante posibles oportunidades de compra que surjan en España.
“Una parte del sector está muy vitaminada”
Promociones. El director general de Just Eat en España explica que “hay competidores que ofrecen descuentos del 90%”, una situación que, a su juicio, puede generar efectos indeseados entre los restaurantes. “Estos se dimensionan si tienen muchos pedidos. Si le quitas ese descuento, van a tener un problema. Hay que buscar el equilibrio, porque hay una parte del sector que está muy vitaminada”, dice Bergareche.
Novedades. Just Eat presentó ayer en el congreso HIP un prototipo de robot autónomo para el reparto de pedidos. Algo que Bergareche cotempla como un complemento a la figura del repartidor humano. “En un entorno digital como en el que operamos es el único contacto humano con el cliente, por eso para nosotros seguirá siendo muy importante”.