Aldesa refinanciará con la banca china toda su deuda tras amortizar los bonos
Son 150 millones y el plan es que los bancos españoles no participen sino que se encarguen del circulante
Aldesa, que estuvo al borde del abismo, se prepara para su nueva vida en manos asiáticas. Los bancos que la han acompañado en los últimos tiempos siguen apoyándola. Pero, una vez desembarque en su capital China Railway a través de una ampliación de capital por 250 millones que le permitirá quedarse con el 75% del capital, la situación cambiará. Está previsto que su deuda principal, por unos 150 millones de euros, se refinancie a través de un préstamo sindicado entre varias entidades financieras internacionales, principalmente chinas, con las que ya trabaja su inminente dueño.
El calendario tentativo de la toma de control, anunciada el 26 de diciembre, apunta que la entrada se cerrará entre mayo y junio, una vez que la operación reciba el visto bueno de las autoridades de competencia de los países en los que opera Aldesa.
Entretanto, los bancos habituales de Aldesa han concedido a la constructora a una línea de crédito (revolving credit facility o RCF) de 50 millones para que no tenga problemas de liquidez hasta que llegue su nuevo accionista, como publicó CincoDías el pasado 13 de febrero. Las entidades son Sabadell, Bankia, Santander, BBVA, CaixaBank y el ICO.
Pero esa intervención en el pasivo de medio y largo plazo tiene fecha de caducidad. Fuentes financieras señalan que la misión de China Railway es buscar un crédito sindicado con sus bancos habituales, la mayor parte asiáticos, para financiar unos 150 millones que deberá la sociedad holding de Aldesa una vez haya amortizado los bonos. En esta cuantía está la línea de crédito por un máximo de 100 millones concedida por la banca española, que fue renegociada en septiembre y que vence en junio de 2021. También se refinanciará esa suerte de préstamo puente por 50 millones que le han dado los bancos patrios.
El objetivo es sustituir esa financiación, ahora dependiente de líneas de crédito, por un préstamo sindicado a medio o largo plazo. En él participarán bancos chinos y otras entidades de los países en los que opera Aldesa. También se dará entrada, si así lo desean, a las entidades españolas que tradicionalmente han trabajado con Aldesa. Si bien, la hoja de ruta es que estas no participen en ese pasivo para reducir con ellas el riesgo y que puedan dedicarse a la financiación a corto plazo.
“La banca española es esencial para la actividad y el circulante de Aldesa, de ahí que se quiera liberar a los bancos actuales de esta deuda a largo plazo y dejarla con el circulante que será mayor si se amplían las actividades y la facturación”, señala una fuente conocedora de las negociaciones.
Entre los bancos con los que trabaja la empresa china, que cuenta con una capitalización equivalente a unos 16.000 millones de euros y que cotiza en Shanghái y Hong Kong, aparecen el China International Capital Corporation (CICC) y el Industrial and Commercial Bank of China (ICBC), entre muchos otros.
La primera misión de Aldesa es amortizar los bonos que colocó en 2014, que pagan un interés del 7,25% anual y que suman un total de 245 millones de euros. Para ello, se utilizará la inyección de capital del gigante asiático. Ante el cambio de control del grupo, Aldesa tendrá que lanzar una oferta de recompra de los bonos al 101% del nominal, cuando ayer cerraron al 96,33%. El margen de ganancia es superior al 4% si nada se tuerce. Con la transacción, Aldesa se sacudirá de una vez un gasto anual en intereses de aproximadamente 18 millones. La facturación de 2019 será ligeramente inferior a los 975 millones de 2018, según fuentes financieras.
Aldesa cuenta con un balance de más de 1.300 millones, una plantilla de 2.500 empleados y opera en España, México, Perú, Polonia, Eslovaquia, Noruega, India, Rumanía y Uruguay. Sus líneas de negocios son la construcción, principalmente de infraestructuras y residencial, servicios de ingeniería tecnológica e industrial y de concesiones. Su cartera de pedidos se situaba a cierre del pasado mes de junio en 1.237 millones de euros, frente a los 1.303 del mismo periodo de 2018.
El pasivo del nuevo dueño
El salvador. China Railway se ha presentado como el gran rescatador de Aldesa, la novena constructora española, que había contratado a Alantra para salir de su difícil situación. Sus bonos, que vencen en abril de 2021, llegaron a caer por debajo del 40% del nominal ante las dificultades de que pudiera hacer frente a su amortización. Desde el anuncio de la entrada del inversor chino el precio de esta deuda se ha disparado. China Railway es un grupo gigante con un pasivo equivalente a unos 9.500 millones de euros, según los datos de Bloomberg. La mayor parte son emisiones de bonos. La deuda total de Aldesa incluyendo la ligada los proyectos sumaba a cierre de junio unos 600 millones de euros, pero de esta cantidad alrededor de 240 millones están vinculados a filiales que se hacen directamente responsables del pago. Esta última cuantía no se refinanciará pese a la entrada de China Railway en el capital.