Moody’s prevé tipos reales negativos en la zona euro hasta 2025
La búsqueda de rentabilidad a costa de mayor riesgo puede suponer un riesgo para la estabilidad financiera a futuro
El entorno actual de tipos bajos de interés va a prolongarse en el medio plazo pero los también bajos niveles de inflación que se esperan dibujan un horizonte de tipos reales negativos para la zona euro durante los próximos cuatro o cinco años, según avanza la agencia de calificación Moody’s. En sus previsiones, Moody' s apunta a que los tipos de interés reales se mantendrán en niveles históricamente bajos a nivel global durante varios años y, en el caso de la zona euro, persistirán en el terreno negativo.
Moody’s confía en la expansión económica y en la recuperación gradual de la inflación, si bien en la zona euro seguirá anclada en un nivel entre el 1% y el 2%, lo que determinará los tipos reales negativos. “Esperamos tipos reales negativos en los activos libres de riesgo a largo plazo, como el bono alemán a 10 años”, explica la agencia de rating, que añade que los bajos niveles de tipos a largo plazo limitan el margen de subida para los tipos de interés a corto plazo.
Para la deuda estadounidense, Moody’s calcula que el tipo de interés real en el largo plazo pase del 0% actual a alrededor del 1,5% en un horizonte de cuatro o cinco años y asumiendo unas expectativas de inflación del 2%.
La persistencia en el tiempo de tan bajos tipos de interés tiene importantes implicaciones en el coste de financiación, en las políticas de los bancos centrales y en la asunción de riesgos por parte de la industria financiera. Así, según advierte Moody’s, la constante pérdida de rentabilidad real va a continuar impulsando a las gestoras a buscar rendimiento en activos de riesgos, “lo que puede generar preocupaciones para la estabilidad financiera en el futuro si el entorno económico cambia”.
Además, factores de carácter más estructural como el envejecimiento de la población o el declive del ritmo de crecimiento económico o la compra de activos a gran escala por parte de los bancos centrales y la escasez de activos seguros de alta calidad contribuyen a prolongar el entorno de bajos tipos de interés.