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Farmacia

Esteve vende su división de genéricos a Towa por 320 millones

La rama de negocio supone un tercio de los ingresos del grupo

Staffan Schüberg, consejero delegado de Esteve.
Staffan Schüberg, consejero delegado de Esteve.
Alfonso Simón Ruiz

Laboratorios Esteve ha cerrado la operación –en el mercado desde mayo– en la que se desprende de su negocio de genéricos y se centra en los medicamentos innovadores. La compañía farmacéutica catalana anunció este lunes el traspaso por 320 millones de euros de esta división, agrupada en la sociedad Pensa Investments. El comprador ha llegado del lejano oriente, el laboratorio japonés Towa, que desembarca en España.

La firma catalana, controlada por la familia Esteve, contrató al banco de inversión Lazard, tal como avanzó CincoDías en junio, para encontrar comprador de Pensa y salir de esta actividad con el objetivo centrarse en productos de marca y medicina especializada. Barclays, a su vez, ha ejercido como asesor de Towa en esta operación.

La operación supone el traspaso de la planta de Martorelles, en Barcelona, con algo más de medio millar de empleados, además del área de innovación farmacéutica y las filiales comerciales de genéricos en Europa y Estados Unidos.

La división de genéricos facturó 281 millones de euros en 2018, algo más de un tercio de los 758 millones de ingresos que se embolsó el grupo catalán el año pasado. Un peso similar representa su división química y en torno a un 26% corresponde con la producción farmacéutica de marca propia.

El principal activo de la división de genéricos de Esteve es la planta de Martorelles en Barcelona. El resto de fábricas en España, México y China forman parte de la pata química y quedan al margen de la operación.

Fundada en 2006, Pensa cuenta actualmente con unos 850 empleados, de los cuales 500 están en el área de producción y operaciones. Tiene presencia en 11 países del mundo, especialmente en mercados europeos como en España, Italia, Alemania, Holanda, Portugal y países nórdicos, así como en Turquía y Estados Unidos. El negocio internacional de Esteve representa el 73% de la facturación total del grupo.

En 2017 Esteve nombró al primer consejero delegado por cuyas venas no corre sangre de la familia, el sueco Staffan Schüberg, proveniente del laboratorio danés Lundbeck, donde era vicepresidente ejecutivo y director comercial, y que está pilotando la transformación de la casi centenaria empresa. El hasta entonces consejero delegado, Albert Esteve, fue nombrado presidente del consejo de administración, en sustitución de su tío Joan Esteve, que ahora es presidente de la junta de accionistas.

Esteve es uno de los grandes laboratorios familiares catalanes junto al de otras sagas como Grifols, Almirall (controlado por la familia Gallardo), Uriach o Ferrer. La compañía fue fundada en 1929 por Antoni Esteve i Subirana, quien abrió una pequeña farmacia de Manresa (Barcelona).

“Esta operación nos permitirá focalizarnos en nuestro core business y acelerar la transformación de Esteve en una compañía farmacéutica global especializada e innovadora”, afirmó Schüberg.

El área de genéricos es un negocio que necesita un gran volumen de fabricación para ser rentable, debido a los márgenes bajos que deja a los laboratorios, y donde la competencia de países como China o India es muy fuerte.

La empresa compradora, con sede en Osaka, está especializada en el desarrollo y la comercialización de medicamentos genéricos. “Podremos crear las bases para una expansión internacional a gran escala, gracias a las redes comerciales de Pensa en Europa y EE UU, a su experiencia y su conocimiento de las normativas y prácticas comerciales en cada país, así como su centro de producción”, comentó Itsuro Yoshida, presidente de Towa. Este laboratorio nipón, que tiene su sede en Osaka (Japón) y cuenta con 3.100 empleados.

Entró en pérdidas el pasado año

Negocio. Esteve, uno de los grandes grupos farmacéuticos españoles, entró en pérdidas el pasado año, tras cerrar el ejercicio con un resultado neto negativo de 9,4 millones de euros, frente al beneficio de 46,5 millones del año anterior, lo que supone una pérdida del 596%. Así se recoge en las últimas cuentas presentadas por el laboratorio en el registro, en las que destaca algunos contratiempos en EE UU.

EE UU. “Las tres unidades de negocio del grupo (farma, genéricos y química) han tenido impacto en esa desviación, siendo los más relevantes en la actividad química y en la actividad de genéricos en el mercado norteamericano”, reconoció la empresa en el informe de gestión de las cuentas de 2018.

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Sobre la firma

Alfonso Simón Ruiz
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.

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