El aeropuerto de Valencia se deshace de la chatarra: un jumbo y 23 aviones buscan dueño
Una vez declarado oficialmente el abandono, se procederá a subastar las aeronaves varadas
Tras 10 años ocupando espacio, el aeropuerto de Manises (Valencia) se ha puesto manos a la obra para deshacerse de una vez por todas del colosal Jumbo y de otras 23 aeronaves que se encuentran en estado de abandono en sus instalaciones. Esta semana ha sido publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el anuncio que declara que esas aeronaves se hallan "en evidente estado de abandono", primer paso hacia una subasta pública.
El Boeing 747 fue el buque insignia de la quebrada aerolínea Pronair. El administrador único de la compañía, Isidoro Romero López, lo adquirió a Air France por 60 millones de euros como parte de un plan para entrar en el negocio de la exportación e importación de productos a China. La crisis acabó con Pronair, y en 2009 el gigante alado quedó en tierra por culpa de un motor dañado cuyo coste de reparación era demasiado alto para la mala situación financiera de la empresa.
En 2013, un juez trató de subastarlo por más de 2 millones de euros con el objetivo de conseguir dinero para satisfacer parte de las deudas que la caída de la compañía había dejado en el aire. Pese al movimiento judicial, el Boeing continuó ocupando espacio en el aeropuerto de Manises hasta la actualidad.
Esta vez, es el propio aeropuerto de Valencia el que está iniciando un nuevo proceso para que este avión y otros 23 aparatos sean declarados en estado de abandono con el fin de proceder a su subasta y a su posterior retiro de las instalaciones.
El proceso para mover un avión abandonado no es algo sencillo de llevar a cabo. La Ley que lo regula, la de Navegación aérea, tiene su origen en 1960 y es muy garantista. En concreto, exige que se siga una serie de estrictos pasos previos a la retirada de la aeronave sin dueño conocido.
Primero, se han de publicar tres avisos consecutivos en el BOE con un mes de diferencia entre cada uno de ellos. Tras esto, si pasa un año desde la fecha de publicación del último aviso sin que haya aparecido su dueño a reclamarlo, se procede a su venta pública en subasta. El dinero obtenido en esta licitación, en el caso de que se obtenga algo, se destina a las arcas del Estado una vez deducidos los gastos del proceso.
En la lista de aeronaves declaradas en estado de abandono hay ocho avionetas de diferentes modelos del fabricante Piper y otros seis aparatos de la marca Cessna. En la lista hay incluso una aeronave que se declara de "modelo desconocido".