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Emitir 'bonos verdes' empieza a ser ya más barato

La fuerte demanda está permitiendo ya a los emisores financiarse a un interés ligeramente inferior al de una colocación sin la etiqueta de sostenible

Emisiones de bonos verdes. Emisores. Zonas geográficas
Nuria Salobral

La emisión de bonos verdes ha pasado en pocos años de la anécdota a la avalancha. Este tipo de bonos apenas representaba el 0,4% sobre el total de emisiones globales a principios de 2015 y en el cierre del tercer trimestre de este año el porcentaje había ascendido al 4% del total, según datos de Moody’s. Hasta septiembre se habían emitido en todo el mundo 185.900 millones de dólares en bonos verdes, el 67% más que a cierre del tercer trimestre del año anterior, y la previsión de la agencia de rating es que el acumulado del año supere los 250.000 millones de dólares, muy por encima de los 200.000 previstos en principio para 2019.

En S&P citan cifras igualmente contundentes: solo las emisiones corporativas de bonos verdes sumaban a principios de septiembre 150.400 millones de dólares, a los que habría que sumar otros casi 100.000 millones de dólares de colocaciones previstas hasta final de año, según datos de Climate Bonds Initiative.

Los bonos verdes, con los que los emisores captan recursos dirigidos a mejorar la sostenibilidad de sus compañías o a financiar proyectos vinculados al cambio climático, han calado en todos los sectores empresariales. Desde la banca, donde la etiqueta verde puede resultar más obvia gracias a que los recursos captados pueden destinarse a la financiación sostenible, a la energía, con el fin de potenciar las fuentes renovables, o las telecomunicaciones, que aspiran a rebajar su huella de carbono y a mejorar su eficiencia energética en el paso del cobre a la fibra óptica. Incluso Apple se acaba de sumar a la oleada de bonos verdes y debutó a principios de noviembre en el mercado europeo con una emisión de este activo.

La abundancia de estas colocaciones se enmarca en el desarrollo de las políticas de inversión socialmente responsable, fruto de la demanda de los propios accionistas. “Sin duda, los bonos verdes están en auge, hay mayor sensibilidad de las empresas en responder a las demandas de sostenibilidad de la sociedad y sus accionistas. Y vemos más sensibilidad en este sentido en Europa que en Estados Unidos”, explica Pedro Santamaría, director de mercado de capitales en España de HSBC, una de las entidades más activas en la emisión de este tipo de deuda.

“Los bonos verdes tienen mayor demanda entre los inversores”, añaden desde BNP Paribas.

Ese interés permite precisamente que las colocaciones de bonos verdes se abaraten una vez cotizan en el mercado secundario –con un descenso en sus diferenciales– y estén empezando a ser más baratas también en el mercado primario que las que no lo son, en hasta tres puntos básicos, calculan en el banco francés.

“Hasta ahora, las emisiones de bonos verdes cotizaban con rentabilidades más ajustadas en el mercado secundario, pero ya estamos viendo evidencias que demuestran que también resulta más barato emitir esos bonos en el mercado primario, la demanda es muy fuerte”, agrega Santamaría. Esa demanda permite, además, que la cotización en mercado de los bonos verdes sea, por lo general, menos volátil.

Actividad en España

En España, el volumen de emisiones de bonos verdes hasta septiembre asciende a 4.800 millones de dólares (4.630 millones de euros). El año empezó con el debut de Telefónica, la primera compañía de telecomunicaciones en el mundo que lanzaba deuda de este tipo por 1.000 millones de euros –tras registrar peticiones por 5.400 millones de euros–, y a la que después han seguido Verizon y Vodafone. La teleco británica realizó en mayo una emisión en tres tramos, uno de ellos verde y que se colocó a un interés ligeramente inferior, según apuntan en HSBC.

Iberdrola emitió bonos verdes perpetuos en febrero por un importe de 800 millones de euros y tras registrar una demanda por más de 4.800 millones. Inversores británicos e irlandeses concentraron el 37% del total, con otro 19% para alemanes y austriacos. Santander realizó en octubre su primera colocación de bonos verdes por 1.000 millones de euros. Y FCC Medio Ambiente ha sido la última en poner en el mercado 1.000 millones de euros en bonos de este tipo esta misma semana. “Todos los bancos tienen mandatos nuevos para expandir las emisiones de bonos verdes, es un sector en plena aceleración”, concluyen desde BNP Paribas.

Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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