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Santander recorta su plantilla en 3.069 empleados, 2.335 menos de los voluntarios presentados

UGT denuncia prácticas abusivas para lograr trabajadores que se apuntaran a las bajas incentivadas

El ERE de Banco Santander
Belén Trincado / Cinco Días

Banco Santander ha reducido su plantilla en España en 3.069 trabajadores, el grueso de su ajuste laboral, tras concluir el periodo de adhesión voluntario de su último ERE, diseñado para reducir las duplicidades de la red tras la compra de Popular. El grupo presidido por Ana Botín acordó en junio con los sindicatos reducir la plantilla en 3.223 empleados en España y desde esa fecha, gracias al cierre de más de 1.150 sucursales.

Desde junio y hasta la semana pasada se ha ejecutado más del 95% de las salidas, en total 3.069. El resto de los empleados hasta completar la cifra pactada con los sindicatos, es decir, 154 trabajadores abandonarán la entidad en el primer trimestre de 2020.

Pero como se preveía, las solicitudes de empleados para dejar el banco en este ERE han sumado 5.558 trabajadores, según fuentes sindicales, aunque abandonarán la entidad el número pactado con los representantes sindicales el pasado 17 de junio.

De los 3.069 empleados salientes, 2.041 son hombres y 1.028 mujeres; sólo 39 son salidas forzosas y 3.030 son adhesiones voluntarias. En la mayoría de los casos, el 55%, las salidas se han producido vía prejubilaciones y el 82% del ajuste laboral afecta a la red de oficinas del banco, lo que equivale a una reducción de plantilla de 2.521 efectivos.

El 62% de las salidas procedían de la red de Santander, y el resto de Popular.

Tras la reunión mantenida este miércoles entre los sindicatos y el banco, UGT realizó un comunicado denunciando “las prácticas abusivas”utilizadas por Santander para conseguir las adhesiones voluntarias al ERE. Este sindicato ha trasladado al banco sus quejas. “Esta empresa y las personas que gestionan recursos humanos en algunos territorios han utilizado la voluntariedad, y las primas que conllevan, de forma torticera para conseguir adhesiones voluntarias de forma forzosa”, añadió el sindicato.

“El banco ha dejado un paisaje desolador”, ha manifestado UGT, que ha acusado a Santander de llevar a cabo “prácticas de presión, e, incluso, nos atreveríamos a decir de acoso” en los últimos días del periodo para adherirse de forma voluntaria al ERE.

Santander, mientras, asegura en un comunicado que, pese a la reestructuración de la red, “no se ha dejado ningún municipio sin servicios bancarios y, en general, la mayoría de los cierres se han concentrado en las ciudades”.

Santander afirma que, pese a la reestructuración de la red, "no se han dejado ningún municipio sin servicios bancarios y, en general, la mayoría de los cierres se han concentrado en las ciudades. De hecho, todas las oficinas que se cierran tienen otra sucursal del grupo a una distancia media de 230 metros y el 65% a menos de 200 metros".

El banco también señala que ha reforzado su red de agentes y colaboradores que prestan servicio en las poblaciones donde carecen de sucursal.

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