Aramco fija el precio de salida a Bolsa entre 1,6 y 1,7 billones de dólares
La petrolera de Arabia Saudí arranca hoy la OPV para su debut en el mercado local
La petrolera saudí Aramco, la empresa con más beneficios del mundo, ha establecido un rango de precios para su salida a Bolsa que otorga al gigante petrolero una valoración entre 1,6 billones y 1,7 billones de dólares (entre 1,45 y 1,55 billones de euros, aproximadamente). La cifra se sitúa claramente por debajo de los dos billones de dólares que el príncipe heredero saudita había apuntado, pero aún es posible que permita que la salida a Bolsa de Aramco sea la mayor oferta pública de venta (OPV) de acciones del mundo.
En todo caso, con ese rango de precios, Aramco se convertiría en cuanto salga a Bolsa en la primera empresa cotizada por valor de mercado, por delante de gigantes como Microsoft, Apple, Amazon o Alphabet.
Aramco ha anunciado este domingo que planea vender el 1.5% de su capital, esto es, alrededor de 3.000 millones de acciones, a un rango de precio indicativo que va de 30 a 32 riales, valorando la oferta pública inicial en hasta 96.000 millones de riales (25.600 millones de dólares o 23.200 millones de euros, aproximadamente) en el extremo superior de la banda.
Si el precio se sitúa en la parte alta de la banda, la colocación podría superar el récord de 25.000 millones de dólares captados por el gigante chino de comercio electrónico Alibaba en su debut en el mercado de valores en Nueva York en 2014.
La salida a Bolsa de Aramco es la pieza central del plan del Príncipe Heredero Mohammed bin Salman para diversificar el principal exportador mundial de crudo lejos del petróleo.
Aramco no planea comercializar su OPV nacional en el extranjero, dijeron a Reuters tres fuentes familiarizadas con el asunto, lo que sugiere que no se realizarán giras internacionales. "Esto dejará el peso de la colocación en los bancos locales y regionales", dijo una de las tres fuentes. El diario FT también ha señalado la inquietud del gobierno saudí ante el nivel de demanda extranjera.
Aramco finalmente inició los trámite formales para su salida a Bolsa el 3 de noviembre después de una serie de intentos en falso. El príncipe Mohammed, que había planteado la idea de la salida a Bolsa hace cuatro años, busca recaudar miles de millones de dólares a través de la colocación para invertir en industrias no petroleras y crear empleo.
Pero el mundo de la inversión todavía está tratando de decidir lo que vale la famosa y opaca empresa. De hecho, los analistas de los bancos que trabajan en la bolsa de Riad habían proyectado un rango extremadamente amplio de valoración para Aramco de entre 1,2 billones a 2,3 billones de dólares.
Por un lado, Aramco es la compañía más rentable del mundo con un dividendo planificado de 75.000 millones de dólares el próximo año, más de cinco veces mayor que el pago de Apple, que ya es el más grande de cualquier compañía del índice S&P 500. En el cobro de ese dividendo tendrán prioridad los accionistas que acudan a la OPV sobre el Gobierno saudí, según recoge el folleto de la colocación.
Por otro lado, es una apuesta por el precio del petróleo en un momento en que se espera que la demanda mundial disminuya a partir de 2025 a medida que se despliegan medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumenta el uso de vehículos eléctricos. Además, la salida a Bolsa de la petrolera afronta el creciente interés de los inversores por la energía sostenible, dentro de los criterios cada vez más extendidos de inversión socialmente responsable y en la que no tiene cabida la inversión en energías fósiles.
La colocación también está plagada de riesgos políticos, ya que el Gobierno saudita, que depende de Aramco para la mayor parte de su financiación, continuará controlando la compañía. La reputación del príncipe Mohammed se vio empañada por el asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi el año pasado. Además, las plantas petroleras de Aramco fueron atacadas el 14 de septiembre en ataques que inicialmente redujeron a la mitad su producción. Los rebeldes hutíes del Yemen, que han atacado reiteradamente instalaciones saudíes por su apoyo al Gobierno de Abdo Rabu Mansur Hadi en la guerra en ese país, reivindicaron el ataque y Riad responsabilizó a Teherán.
Se espera que la venta de acciones sea un gran éxito entre los ciudadanos saudíes a quienes se les ofrece el 0.5% de la compañía. Los inversores minoristas tienen hasta el 28 de noviembre para inscribirse en la salida a bolsa, mientras que los inversores institucionales pueden solicitar hasta el 4 de diciembre. Ese día, el 4 de diciembre, se anunciará cuál será el precio final de la OPV. Los gestores de la empresa realizarán un roadshow esta semana. Los saudíes esperan captar capital de grandes fondos públicos internacionales, especialmente de Rusia y China, y para ello los funcionarios del reino han estado viajando incansablemente en los últimos meses.
La salida a Bolsa de Aramco da un impulso de fin de año a las colocaciones en los mercados de valores junto con Alibaba, que actualmente está recibiendo órdenes para una colocación en la Bolsa de Hong Kong con la que espera captar hasta 13.400 millones de dólares.
Aramco cotizará únicamente en la bolsa Tadawul, el mercado bursátil de Riad, una joven plataforma con apenas 12 años de vida, que por el momento será el único punto en el mundo para operar con acciones de la petrolera. Las esperanzas iniciales de una salida a bolsa del 5% del capital en los parqués nacionales e internacionales se desvanecieron el año pasado en medio de un debate sobre la valoración y sobre dónde sacar a cotizar a Aramco en el extranjero.
Más de una veintena de bancos, entre ellos, J.P. Morgan, BofA Merrill Lynch, Deutsche Bank, Credit Agricole Morgan Stanley y Santander forman parte de la lista de entidades que participan en la colocación de esta OPV.