Rivera se hunde: pierde ocho de cada diez escaños y desaparece de once comunidades
La formación, que pasa de 57 a 10 diputados, ve desaparecer casi dos tercios de los votos
Las encuestas no se equivocaban, si acaso se quedaron incluso cortas al vaticinar el derrumbe de Ciudadanos. El partido de Albert Rivera ha sido el gran perdedor de la noche. Y es que el hundimiento de la formación naranja ha sido aún mayor de lo que auguraban los sondeos. Cs ha perdido ocho de cada diez escaños –pasando de 57 en abril 10 en la actualidad–; y vio desaparecer casi dos tercios de los votos que lograron en abril al conseguir 1,6 millones de votos, de los 4,1 millones que logró hace seis meses -pasa del 15,8% al 6,8%-.
Así, la formación naranja se desploma en el Congreso de los Diputados y pasará de ser la tercera fuerza parlamentaria a ser la sexta, al ser adelantada por Vox –los grandes triunfadores de la noche– y Unidas Podemos, que mantendrá el cuarto puesto a pesar de haber perdido siete escaños. Incluso los independentistas catalanes de ERC tendrán más diputados (13) que Cs en la Cámara Baja.
Los datos analizados por comunidades son también demoledores: los diputados naranjas desaparecen en once autonomías. Entre estas destaca Andalucía, donde a pesar de estar en el Gobierno con el PP, pasan de 11 a tres escaños; en Madrid, en el mismo caso, pierden cinco de los ocho diputados que tenían; Castilla y León, donde pierden los ocho que tenían en la actualidad; o Murcia, donde también gobiernan junto con el PP y pierden el único escaño que tenían.
También importantes integrantes de la cúpula del partido como el secretario general, José Manuel Villegas o Juan Carlos Girauta, se quedan sin escaño fuera del Congreso. La formación ha perdido también los cuatro senadores que sacó en los comicios anteriores.
Rivera ha salido visiblemente afectado a evaluar los resultados , pero no dimitió. Sí ha convocado una Ejecutiva Nacional urgente y extraordinaria del partido “para compartir con ellos los malos resultados y asumir las decisiones que haya que tomar”. Allí propondrá también un Congreso extraordinario, “para que los que me eligieron decidan y tomen las riendas de este partido”, ha dicho.
La abstención era lo que más temían en Cs y, tal y como se esperaba subió cuatro puntos respecto a las anteriores elecciones, y esto perjudicó a esta formación. Pero la fuga de votos hacia otras formaciones, fundamentalmente a Vox y al PP, fue también una evidencia.
De hecho, Vox ha sustituido a Cs como tercera fuerza en numerosas autonomías. El partido de Santiago Abascal se benefició, por tanto, de la aritmética de la Ley D`hont que beneficia al tercer partido y castiga en mayor medida al quinto nacional.
Esto significa que los votantes de Cs en abril han castigado sin piedad el giro dado por Rivera, abandonando su estrategia inicial de ser un partido de centro bisagra para frenar a los nacionalismos y pasando a competir con el PP en el espectro de la derecha.
Este viraje ya le costó a Rivera el abandono del partido de un buen número de parlamentarios de su cúpula que no entendieron que Rivera y su número dos, Inés Arrimadas, no intentaran ni siquiera negociar un Gobierno con el PSOE, con quien sumaban 180 diputados. Por ello dejaron Ciudadanos Toni Roldán, Francisco de la Torre –del equipo económico–; o Javier Nart y Francesc de Carreras, este último uno de los fundadores de la formación.