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Las medidas que estudian Netflix y HBO para acabar con los préstamos de contraseñas

Cambio periódico de la clave, mensajes a móvil y huella digital, entre las opciones analizadas

Expositor de Netflix en una feria en Colonia (Alemania).
Expositor de Netflix en una feria en Colonia (Alemania).REUTERS

Una asociación que incluye a Netflix, HBO y gigantes del sector del cable está intensificando las medidas para acabar con el intercambio de contraseñas, y estudia respuestas para abordar un problema que podría estar costando a las empresas miles de millones de dólares en ingresos cada año.

Creadores de programas y distribuidores de televisión por cable están considerando una serie de medidas para excluir a las personas que acceden a contenido con credenciales prestadas de amigos y familiares sin pagar por el servicio. Las posibles medidas incluyen pedir a los clientes que cambien sus contraseñas periódicamente o enviar mensajes de texto a los teléfonos de los suscriptores que tendrían que ingresar para seguir viendo contenido, según personas familiarizadas con el asunto.

Algunos ejecutivos de televisión quieren crear normas que determinen qué dispositivos se pueden usar para acceder a una suscripción de televisión por cable fuera del hogar. Si bien alguien que inicia una sesión desde un teléfono o tableta estaría bien, una persona que use un dispositivo Roku (un aparato para streaming) en una segunda ubicación podría considerarse un usuario de contenido que no paga por el servicio, dijo una fuente.

Si ninguna de esas tácticas funciona, en un futuro los suscriptores de televisión de pago podrían tener que iniciar la sesión de sus cuentas con sus huellas digitales.

“Siento que me estoy dando golpes contra la pared”, dijo Tom Rutledge, responsable ejecutivo de Charter Communications Inc. durante una conferencia sobre resultados el mes pasado. “Acceder al producto sin pagarlo resulta demasiado fácil”.

Ventajas e inconvenientes

Pero tomar medidas más enérgicas conlleva riesgos. Es posible que las personas que utilizan los servicios de forma gratuita, especialmente los consumidores más jóvenes, nunca acepten suscribirse, independientemente de las molestias que tengan que soportar. Eso significa que las empresas en su mayoría estarían alienando a los clientes que pagan, que podrían frustrarse y dejar de usar una aplicación o cancelar el servicio. En otras palabras, hay muchos inconvenientes y posiblemente pocas ventajas.

“Si se le pregunta a un grupo de jóvenes si han pagado alguna vez por Netflix o los servicios de vídeo, la respuesta es inequívocamente negativa”, dijo Mike McCormack, analista de Guggenheim Securities.

Se proyecta que la industria de la televisión de pago perderá 6.600 millones de dólares (unos 6.000 millones de euros) en ingresos por el uso compartido de contraseñas y por piratería este año, según Parks Associates. Para 2024, la cifra podría alcanzar los 9.000 millones de dólares (más de 8.000 millones de euros), dijo la firma de análisis.

Hace dos años, algunos de los nombres más importantes en entretenimiento y tecnología formaron un grupo llamado Alliance for Creativity and Entertainment, centrado en reducir la piratería por internet. El mes pasado, el grupo anunció que está centrando su atención en el préstamo de contraseñas. Los participantes incluyen a Netflix, Amazon.com, Walt Disney, Viacom, HBO de AT&T, Comcast y Charter.

Los consumidores pueden acceder a la programación de contenidos a través de aplicaciones de distribuidores como Charter o creadores de programas como Fox. Como resultado, ambas partes de la industria deben trabajar juntas para resolver el problema. Charter, que vende servicios de televisión por cable con la marca Spectrum, ha dicho que sus recientes acuerdos de distribución con Fox y Disney los ayudarán a abordar el intercambio de contraseñas, pero no especificó qué medidas tomarían.

Los ejecutivos del sector están de acuerdo en que la divulgación de las contraseñas es un problema, pero no hay consenso sobre dónde fijar los límites. Creadores de programación y distribuidores se culpan mutuamente por ser demasiado indulgentes con el número de usuarios que pueden acceder al contenido simultáneamente desde una cuenta. DirecTV y Comcast permiten cinco accesos. Fox y ESPN generalmente permiten tres.

Los servicios de televisión por internet también varían en la generosidad con respecto al uso compartido de contraseñas. Apple TV+, que se introdujo en el mercado el 1 de noviembre, permite que el uso de una cuenta por un máximo de seis personas con un plan familiar. Dos servicios que se lanzarán próximamente, HBO Max de AT&T y Peacock de NBCUniversal, no están aún preparados para anunciar el número de accesos que van a permitir, según representantes de ambas compañías. Una portavoz de Disney+, que sale al mercado el 12 de noviembre, no respondió a una solicitud de comentarios.

Netflix permite un solo acceso para su plan básico y cuatro para su servicio más caro. Hace tres años, el responsable ejecutivo, Reed Hastings, dijo que la divulgación de contraseñas es “algo con lo que tiene que aprender a vivir, porque hay mucho préstamo legítimo de contraseñas, como compartir con cónyuge o hijos”.

Sin embargo recientemente, ha habido indicios de que la compañía podría estar replanteándose esa tolerancia. En una conferencia con analistas al presentar resultados el mes pasado, el director de productos de Netflix, Greg Peters, dijo que está “analizando la situación” y buscando formas que sean cómodas para el usuario de explorar los límites.

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