Los contrastes de Japón seducen a los turistas del lujo
Las visitas al país nipón aumentaron un 4,6% en el primer semestre del año
Japón es el destino preferido para los viajes de lujo. El número de visitantes procedentes de todo el mundo que se acercaron al país nipón en el primer semestre de 2019 creció un 4,6% respecto al mismo periodo del año pasado, lo que se traduce en un total de 16,6 millones de personas en lo que va de año, según la directora de producto de Nuba Alessandra Girardi.
Las agencias de viajes consideran que debe haber un desembolso de más de 6.000 euros por persona para que una escapada sea considerada dentro del segmento lujo. En el caso de Japón, el gasto medio suele rondar los 8.000 euros por persona, según la portavoz de Nuba. “Siempre ha sido un destino de referencia y muy aspiracional, pero ha estado muchos años cerrado y fuera del imaginario debido al accidente de la central nuclear de Fukushima”, explica el fundador del Observatorio Nacional del Turismo Emisor (Observatur), Marcos Franco. Asimismo, la celebración de los Juegos Olímpicos en Tokio en 2020 ha hecho que muchos viajeros se decidan a visitar el país ahora, a sabiendas que el año que viene será mucho más complicado hacerlo, continúa.
En el caso de España, la mejora en la conectividad aérea ha sido uno de los puntos fuertes de este auge. Es el caso del vuelo directo de Iberia entre Madrid y Tokio, que comenzó a operar en octubre de 2016 y ha aumentado su frecuencia durante estos años, pero también de las conexiones a través de las aerolíneas del Golfo Pérsico. “Abrimos la ruta pensando que los japoneses querían venir aquí, pero hemos visto que los españoles también se interesan mucho por el destino”, celebra el director de ventas en España para Iberia y British Airways, Guillermo González.
El contraste cultural es el principal atractivo. “Hay muy pocos países que tenga una combinación tan completa entre tradición y vanguardia”, comenta el director de Utópica, Javier Urrutia. Por ese motivo, los viajeros demandan experiencias tan variadas como talleres de bonsáis, recorridos privados por los templos para meditar, ceremonias del té en Kyoto, visitas al mercado de Tsukiji en Tokio o excursiones a la isla de Naoshima, un lugar de peregrinación para los amantes del arte y la arquitectura, explica la directora de producto de Nuba. La gastronomía también desempaña un papel fundamental. La especialista en Asia de Atlàntida Viatges, Sara Tarragó, considera que la moda por comer sushi y ramen ha sido decisiva: Tokio, con 230 restaurantes con estrella Michelin, es uno de los principales destinos gastronómicos del mundo.
La calidad de los servicios y la atención al cliente es otro de los grandes señuelos del país. “En Japón tienes de los mejores alojamientos del mundo, una cultura muy amable y siempre tratan de complacer a todo el mundo. A los turistas les gusta saber que la persona que los atiende se va a preocupar todo lo posible por ellos”, explica el director ejecutivo de Godwana Experiences, Guillermo Espinós. Una idea que repite Tarragó, quien asegura que el servicio que ofrecen los hoteles es especialmente acurado. “El 80% del viaje es la amabilidad de la gente local, es lo que te hace volver con una sensación agradable”, continúa. Japón cuenta con algunas de las mejores cadenas hoteleras del mundo, como es el caso de Mandarin, Four Seasons o Aman, pero una de las experiencias más demandadas es pasar una noche en un ryokan, un alojamiento local en el que se duerme en tatami y se degusta comida tradicional.
Por su parte, para el director de ventas de Presstour, Alberto Prieto, el desarrollo tecnológico también tiene mucho que decir sobre este fenómeno. “Antes, todos los mapas estaban escritos con su alfabeto, ahora con aplicaciones como Google Maps es mucho más fácil moverse en cualquier parte del mundo”, justifica. Y, aunque el aura de exclusividad que le otorga la inaccesibilidad sea parte del atractivo para los viajeros del segmento lujo, que se haya vuelto más manejable ha ayudado a que más turistas se decanten por el destino. El tren bala, que comunica el interior del país, es uno de sus mejores aliados.