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Telefónica ficha a McKinsey para reorganizar su plantilla

La consultora está analizando las distintas direcciones La teleco quiere evitar posibles duplicidades tras el ajuste

Pablo Monge

Telefónica ha fichado de nuevo a la consultora especializada McKinsey. En este caso, la consultora va a ayudar a la operadora en la reorganización interna que va a tener que afrontar tras la ejecución, casi inminente, del nuevo Plan de Suspensión Individual de Contratos (PSI), incluido en el nuevo convenio colectivo de sus filiales en España, que va a suponer la salida de entre 3.000 y 4.000 empleados.

Y es que para muchos de ellos, el último día de trabajo será el próximo 31 de octubre. Este número de bajas, voluntarias en su totalidad, supone un impacto de enorme calibre para un grupo como Telefónica, que suma una plantilla de 21.000 trabajadores en sus tres principales filiales españolas.

Este número de bajas afectará a todas las áreas y departamentos, así como en el conjunto de provincias. Esta situación obliga a la operadora a trabajar en una reestructuración casi completa de las actividades, con especial incidencia en las áreas comercial y operaciones. En esta última división, el cambio tecnológico tiene una especial relevancia, puesto que con las nuevas redes de fibra óptica, la necesidad de personal para su mantenimiento es inferior que en las tradicionales infraestructuras de cobre.

Según fuentes del sector, entre otros puntos, los expertos de McKinsey están trabajando en las distintas direcciones de la teleco. En el proceso se va a analizar las eficiencias dentro de las diferentes áreas para evitar redundancias o duplicidades.

Con el proceso, Telefónica quiere acelerar la implantación de las nuevas formas de trabajar, con más proyectos de trabajo en equipo con objetivos. De hecho, la operadora ha insistido en los últimos tiempos en el desarrollo de las fórmulas Agile para su trabajo y estructura. El objetivo es ganar flexibilidad en las operaciones. Esta tendencia vendría acompañada de más teletrabajo, una de las apuestas del nuevo convenio colectivo, y menos presencia en los centros de la empresa.

Además, el PSI se ha extendido a otras áreas globales de la operadora, con presencia en el mercado español. Entre ellas figuran Telefónica Digital, la división mayorista TIWS, I+D, TGT y TCE. Este escenario implica que la reorganización interna también afectaría en cierta forma a estas áreas.

Anterior plan

En cualquier caso, no es la primera vez que Telefónica está en una situación similar. Ya en el anterior PSI, ejecutado entre 2016 y 2017, Telefónica llevó a cabo una amplia reorganización interna, con especial incidencia en el área de Operaciones y Red, una de sus divisiones claves.

En aquel momento, la operadora identificó las áreas prioritarias de su estructura para que fueran cubiertas con recursos propios, mientras que para el resto de actividades decidió recurrir en parte a la externalización.

Impacto financiero

 

Dotación. El plan de bajas en España es uno de los mayores movimientos estratégicos puestos en marcha por Telefónica durante este año, para tratar de revitalizar a la acción en Bolsa. El impacto financiero del programa es notable. De hecho, la compañía comunicó a principios del mes de septiembre a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que llevaría a cabo una dotación de 1.600 millones de euros para acometer el nuevo PSI.

 

Ahorro. Además, la operadora que preside José María Álvarez-Pallete prevé un ahorro con el citado programa de bajas de 220 millones de euros a partir del ejercicio de 2021, si bien generará un efecto positivo en generación de caja de la compañía desde el primer año.

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Sobre la firma

Santiago Millán Alonso
Es periodista de la sección de Empresas, especializado en Telecomunicaciones y Tecnología. Ha trabajado, a lo largo de su carrera, en medios de comunicación como El Economista, El Boletín y Cinco Días.

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