El repunte del canal online salvó a Mango de una nueva caída de ingresos en 2018
Su red de tiendas representó el 58% de los ingresos, su menor peso histórico
El comercio online sigue siendo un quebradero de cabeza para muchos de los principales operadores de la distribución, en cuanto a su rentabilidad y a su convivencia con el comercio físico tradicional. En el caso de Mango, al menos de momento, es una fuente de crecimiento.
Su peso en la facturación de la firma textil gana peso gracias, por un lado, al repunte experimentado en el último año, y por otro, por la caída de las ventas en las tiendas de Mango. Las cuentas consolidadas de Mango MNG Holding, que agrupa todo el negocio de la empresa fundada por Isak Andic, muestran una caída del 5% en los ingresos de su principal fuente de negocio, las ventas minoristas a través de sus tiendas. Estas generaron 1.261 millones de euros en ingresos, un 5% por debajo de la cifra de 2017, lo que llevó a este canal a representar el 58% de todas sus ventas.Es el menor nivel desde que Mango desagrega en sus cuentas la procedencia de sus ingresos, desde 2009. Una pérdida de peso que ha ido de la mano del constante crecimiento vivido por el online, que a cierre de 2018 ya representaba el 20% de la facturación, creciendo ese año un 30% hasta los 445 millones.
De hecho, este incremento de las ventas por internet evitó que Mango experimentase su tercer ejercicio consecutivo de reducción de ingresos. Sin el online, la venta en tienda y la mayorista sumaron en 2018 1.725 millones de euros, un 3% por debajo de las de 2017.
La facturación total del grupo Mango en 2018 fue de 2.170 millones, 52 más, por lo que los 445 que aportó el canal online fueron decisivos para poder reflejar un crecimiento de las ventas. A cierre de 2018, Mango vendía a través de internet en más de 80 países. De su facturación total, el 77% se generaron fuera de España, al mismo nivel de 2017.
Como ya informó la compañía en agosto pasado, la pérdida neta del ejercicio ascendió a 35 millones, dos más que en 2017. La textil sigue buscando su vuelta a la rentabilidad después de acumular su tercer año seguido en números rojos.
El crecimiento del ebitda del 17%, alcanzando los 135 millones, y del resultado bruto, que mejoró un 36%, son puntos a los que se aferra la compañía que ahora dirige Toni Ruiz como consejero delegado, además de la reducción de su deuda financiera a 315 millones.