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BBVA suspende la negociación con Merlin para vender la Operación Chamartín

La entidad comunica a la CNMV que las conversaciones “en este momento, no continúan”

BBVA ha decidido dejar en suspenso la negociación que venía llevando a cabo con la socimi Merlin para traspasarle la antigua Operación Chamartín, hoy conocido como Madrid Nuevo Norte. Un proyecto de acuerdo, desvelado por Cinco Días la noche del pasado miércoles, en el que ambas compañías llevaban tiempo trabajando y que queda ahora en el aire pese a lo avanzado del mismo. Así lo ha comunicado este domingo la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a petición del propio supervisor. En otro hecho relevante, Merlin confirma que "ha mantenido conversaciones" con BBVA sobre la Operación Chamartín, pero sin que, como ya señaló Cinco Días, se haya llegado a un acuerdo ni "exista certeza de que pueda alcanzarse".

En el texto remitido a la CNMV por BBVA, el banco que preside Carlos Torres ha reconocido la existencia de estas conversaciones para anunciar que “en este momento, no continúan”. La negociación entre ambas partes suponía el traspaso íntegro del 75% que BBVA tiene en Distrito Castellana Norte, gestor de la macrooperación inmobiliaria, a cambio de una entrada gradual en el accionariado de Merlin que arrancaría con un 2% e iría creciendo según se avanzara el desarrollo urbanístico.

Pese a la concreción alcanzada durante la negociación, y revelada por este diario, BBVA asevera en el comunicado remitido a la CNMV que los contactos mantenidos durante las últimas semanas eran meras “conversaciones preliminares”, en el marco de “diversos acercamientos que se han producido por terceros interesados”.

Sin embargo, fuentes conocedoras del proceso indican que la negociación se ha llevado de forma discreta durante meses entre los responsables inmobiliarios del banco y los máximos directivos de Merlin. Durante semanas, las dos partes habían llegado a una fórmula que podía satisfacer a ambas empresas, permitiendo, de un lado, a BBVA salir del negocio promotor como le pide el Banco Central Europeo sacando partido a la inversión de los últimos años, y, de otro, consolidando a la socimi (sociedad cotizada de inversión inmobiliaria) como líder del sector.

La operación era ya incluso conocida y avalada por representantes gubernamentales, debido al interés estratégico de la Estación de Chamartín para Fomento y para Madrid, ya que cierra la brecha al norte de la ciudad y en la que se debe construir la futura city financiera.

En los últimos días, sin embargo, se habían reavivado las dudas que una parte de la dirección del banco mantenía sobre si este era el único acuerdo posible o la mejor opción sobre la mesa. Algunos directivos venían apostando por buscar otra vía que permitiese al banco conservar un mayor control del desarrollo de la Operación Chamrtín. Una decisión que debe tomar el presidente del banco, Carlos Torres Vila, en un desarrollo urbanístico heredado de la etapa de Francisco González. Que el banco acabe ejecutando en solitario la operación resultará complicado habida cuenta las advertencias que viene haciendo el supervisor bancario europeo, quien vigila intensamente los recursos propios del banco, y dada la limitada capacidad y experiencia de la entidad financiera para cargar con una planificación urbanística que tiene dos décadas de desarrollo por delante.

Hasta ahora, el banco ha recibido muestras de interés por parte de otros inversores, como el fondo Brookfield y el fondo soberano de Qatar. Pero ambas opciones adolecen del handicap de que no garantizan la españolidad de la operación –como le gustaría al Gobierno- ni tienen experiencia en un desarrollo urbanístico de semejante tamaño, el mayor de Europa.

De hecho, en los últimos meses Antonio Béjar, el expresidente de DCN cesado por el escándalo BBVA-Villarejo, trabajó en la opción de Qatar, según fuentes conocedoras. Pero el banco primó la opción de Merlin, una inmobiliaria con la que ha realizado ya otras operaciones (llegó a controlar un millar de oficinas del banco) como la integración de los activos de Metrovacesa en la socimi y la creación de Testa, para vivienda en alquiler. Por esas operaciones el banco llegó a ser accionista de la inmobiliaria, abriendo una relación de confianza muy fluida entre ambas compañías.

A falta de la aprobación definitiva del desarrollo de la Operación Chamartín por parte del Ejecutivo regional de Isabel Díaz Ayuso, prevista para noviembre o diciembre, y de que el banco analice ahora otras alternativas, de momento se desconoce si, dadas las razones mencionadas, el banco acabará retomando las conversaciones con Merlin que ahora frena.

“Por la importancia y singularidad del proyecto, y tras la reciente aprobación por parte del Ayuntamiento de Madrid, es lógico que inversores financieros e industriales muestren interés en el mismo. Como accionista mayoritario de DCN, la prioridad de BBVA hoy es avanzar en el proceso de aprobación del proyecto y garantizar su éxito”, ha señalado la entidad a la CNMV.

Hecho relevante de Merlin

Por su parte, Merlin ha emitido su propio hecho relevante a la CNMV horas después exponiendo que “ha mantenido, en el curso ordinario de sus negocios, conversaciones con BBVA sobre determinados activos relacionados con el ámbito urbanístico denominado Madrid Nuevo Norte y sobre otros activos propiedad e Merlin actualmente arrendados a BBVA”, dice en referencia a la Operación Chamartin y a los cientos de sucursales que alquila al banco.

La socimi concuerda en que estas conversaciones se han mantenido “sin que se haya alcanzado acuerdo alguno a la fecha de esta comunicación ni exista certeza de que pueda alcanzarse en el futuro”.

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