La incertidumbre política dispara un 54% el cierre de sicavs este año
El PSOE promete más control sobre esta figura si gana las elecciones; el número total de vehículos está en mínimos de 18 años con 2.639
Cuatro elecciones generales en cuatro años que han tenido un efecto devastador en la industria de las sociedades de inversión variable. Han cerrado 100 vehículos en lo que va de 2019, un 54% más que en el mismo periodo del año pasado. La inestabilidad política y el uso electoral de esta figura han provocado que su número se hunda a mínimos desde el 2001, con 2.639 sociedades a cierre de agosto.
Las grandes fortunas han puesto pies en polvorosa y han ido huyendo de uno de los instrumentos clásicos para mejorar su factura fiscal. En 2015, todos los partidos hicieron campaña con las sicavs, y desde diciembre de ese año su patrimonio ha caído un 15,3% y su número, un 22,6% (véase gráfico).
Hay que remontarse a 18 años, cuando todavía existían las sim y las simcavs, para hallar un menor número de estas sociedades. Los cierres se han acelerado desde que se celebraron las elecciones del 28 de abril, con 44 anuncios de liquidación, fusión o transformación en sociedades anónimas o limitadas. En lo que va de septiembre, el número de sicavs que han tirado la toalla, según han comunicado a la CNMV, suma ya nueve.
Elisa Ricón, directora general de Inverco, reconoce el impacto de la inestabilidad política sobre estos vehículos y añade un factor adicional: el tamaño de las sociedades españolas. Explica que son tan pequeñas que en algunos casos las ventajas fiscales no compensan la información pública ni todos los gastos administrativos ni de auditoría que conllevan.
Cierto que una sociedad limitada o anónima al uso tiene que pagar el impuesto sobre sociedades, si bien aquellas de nueva creación y que realizan actividades económicas tributan al 15% los dos primeros años en que logren beneficios. Las sicavs gozan de las mismas prebendas que los fondos de inversión, de manera que pagan un 1% en Sociedades, si bien el accionista deberá tributar en el IRPF al porcentaje correspondiente, que ahora se sitúa entre el 19% y el 23%, cuando venda su participación y logre plusvalías.
Uno de los puntos recogidos en las propuestas del PSOE tras entablar conversaciones con varios colectivos se refiere a las sicavs. “Ejerceremos un mayor control sobre las sicavs, de modo que la Agencia Tributaria pueda regularizar fiscalmente aquellos casos en los que no se cumplan los requisitos que establece la normativa financiera”. En 2005, el Ministerio de Economía, dirigido por Pedro Solbes, decidió que fuera la CNMV quien vigilara si las sicavs cumplían con los preceptos para disfrutar de la baja tributación, dejando fuera a la Agencia Tributaria.
Lo que propone cada partido
Partido Popular y Ciudadanos. En el acuerdo de investidura que el PP firmó con Cs en 2016 se imponían duras exigencias para disfrutar de la prebenda de tributar al 1% en el impuesto sobre sociedades. La gran controversia de las sicavs está en el control efectivo de las decisiones de inversión; al igual que a los fondos, se les exigen 100 partícipes para tributar al 1%, pero a la hora de la verdad se constituyen ad hoc para familias y grandes patrimonios, cuando el resto de accionistas son meros partícipes sin ningún tipo de influencia en la gestión. PP y Ciudadanos pactaron que solo computarían dentro de ese centenar de accionistas aquellos que controlen al menos el 0,55% del capital. En todo caso, en sus últimos programas no mencionan a las sicavs.
Podemos. El más drástico es el partido que lidera Pablo Iglesias. En el programa con el que fue a las elecciones del pasado mes de abril asegura que acabaría con la tributación privilegiada de estos vehículos.