Los sindicatos acusan a Ryanair de "prácticas mafiosas" y querer desmantelar la empresa en España
El Sepla llama a los pilotos de la 'low cost' a cinco jornadas de huelga
Los representantes de la plantilla de pilotos y tripulantes de cabina de pasajeros de Ryanair urgen al Gobierno español "que acabe con la impunidad de la aerolínea en este país". Miembros de los sindicatos Sepla, Sitcpla y USO han comparecido esta mañana en rueda de prensa para reiterar la denuncia de "prácticas mafiosas" de la empresa en el trato con sus trabajadores.
Esta reclamación pública se produce en la antesala de una huelga de cinco días, por parte del colectivo de pilotos, que se suma a los paros que están llevando a cabo los auxiliares de vuelo de la compañía irlandesa con base en España. Los pilotos paran los próximos 19, 20, 22, 27 y 29 de septiembre, coincidiendo en cuatro días (viernes 20, domingo 22, viernes 27 y domingo 29) con la huelga de los TCP.
José Luis Ábalos "ni está ni se le espera, dando alas con su omisión al incumplimiento de la ley por parte de Ryanair", señalan desde el sindicato Sitcpla
Desde el sindicato Sepla se afirma que el anunciado cierre de cuatro bases "no tiene causas objetivas que lo justifiquen", según el delegado en Ryanair, Francisco Gómez. La sección sindical subraya que Ryanair planea el despido de 520 trabajadores.
Jairo Gonzalo y Antonio Escobar, como portavoces de USO y Sitcpla, respectivamente, han afirmado que se están produciendo amenazas y coacciones a los tripulantes de cabina que intentan ejercer su derecho de huelga.
Escobar también ha incidido en la denuncia de unos servicios mínimos "excesivos", impuestos por el Ministerio de Fomento, y ha centrado su crítica en la figura del ministro José Luis Ábalos: "Ni está ni se le espera, dando alas con su omisión al incumplimiento de la ley por parte de Ryanair".
Los representantes sindicales de la plantilla de la mayor low cost europea creen que desde Dublín se ha diseñado un plan para desmantelar la actual estructura de Ryanair y dar paso a aerolíneas del grupo aún más restrictivas en costes, como Buzz y Lauda Motion, con el mero traspaso de producción. Todo ello mientras la firma que dirige Michael O'Leary "recibe subvenciones de las administraciones públicas".