La estrategia de Boris Johnson para el Brexit se está desmoronando
El primer ministro prefiere que el Reino Unido abandone la UE renegociando el acuerdo alcanzado por Theresa May
La estrategia de Brexit de Boris Johnson ya se está desmoronando. Seis semanas después de asumir el cargo con la promesa de abandonar la Unión Europea antes del 31 de octubre, el primer ministro británico se está quedando sin vías de escape.
Johnson insiste en que prefiere que el Reino Unido abandone la UE renegociando el acuerdo alcanzado por su predecesora Theresa May. Eso siempre pareció una posibilidad remota. Los ministros británicos afirman que los líderes europeos están dispuestos a reconsiderar el acuerdo. Pero a 58 días del plazo de Brexit, el Gobierno aún no ha presentado ninguna propuesta para evitar una frontera dura en Irlanda del Norte, requisito clave de la UE.
Si el acuerdo no puede ser revisado, Johnson se ha comprometido a dejar la UE el 31 de octubre sin uno. Pero esa puerta también se está cerrando. Los opositores del primer ministro en el Parlamento se preparaban ayer para tomar el control de la legislatura, lo que les permitiría aprobar un proyecto de ley que obligaría al Gobierno a ampliar el plazo de Brexit en tres meses si no logra un acuerdo. Los parlamentarios rebeldes del partido de Johnson están apoyando el plan, amenazando a la minúscula mayoría del Gobierno.
El primer ministro indicó el lunes que si el Parlamento bloqueaba la opción de un no-acuerdo, acudiría a su tercera vía de escape: convocar elecciones anticipadas, probablemente el 14 de octubre. Sin embargo, precisa el apoyo de dos tercios del Parlamento para adelantar los comicios, previstos para 2022. Sería una locura que el opositor Partido Laborista apoyara ese plan si un Brexit a las bravas en octubre sigue siendo una posibilidad.
Más allá de todo esto, Johnson podría tomar medidas más extremas para frustrar a la oposición, como tratar de anular una prórroga del Brexit en la Cámara de los Lores, segunda Cámara del Reino Unido. Incluso podría pedirle a la reina que se niegue a apoyar la legislación, sumiendo al país en una crisis constitucional más profunda. Para Johnson, la opción entre hacer o morir se parece cada vez más a esto último.