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La CNMV lanzará una auditoría para mejorar su propio funcionamiento

El organismo contratará a una empresa en las próximas semanas y la misión es hacer un plan tras hallar los puntos fuertes y débiles

Pablo Monge

La CNMV se ha impuesto como misión mejorar su funcionamiento, y por eso ahora, tras la vuelta del verano, iniciará el proceso de contratación de una firma para que ponga en marcha una suerte de auditoría externa a sus labores. Así, elaborará un mapa de los puntos fuertes y débiles del supervisor.

Sebastián Albella, jefe máximo del supervisor desde noviembre de 2016, tiene como una de sus grandes misiones mejorar la operativa de la CNMV. Y el objetivo para este ejercicio es realizar una encuesta entre participantes del mercado sobre su funcionamiento. Está previsto que el pliego del concurso se publique en las próximas semanas, según fuentes conocedoras del proceso. Las empresas dedicadas al negocio de la consultaría serán, de entrada, las más interesadas en participar en la licitación.

“Esta encuesta será una herramienta muy útil para conocer la opinión o percepción de los supervisados, profesionales que interactúan con la CNMV y demás personas interesadas sobre el funcionamiento del supervisor”, señala en un documento. El organismo tiene una relación con múltiples participantes en el mercado. En primer lugar, es el vigilante global de la integridad de los mercados regulados españoles, tanto de Bolsa como de renta fija. Y su papel como máxima autoridad para velar por los derechos de los pequeños es máxima, pues está pendiente de los procesos de comercialización de todos los productos de inversión en la banca. Además, su responsabilidad es directa en cuanto al control de la solvencia de las empresas de servicios de inversión (agencias, sociedades de valores y empresas de asesoramiento financiero). También se ocupa de las gestoras de fondos de inversión y de capital riesgo, así como de las plataformas de financiación participativa.

“La citada encuesta también servirá para conocer mejor los puntos fuertes y débiles de la institución, e impulsar así medidas encaminadas a mejorar la eficiencia del funcionamiento de la CNMV”, añade el supervisor. En relación con esta misión, proyectada para el segundo semestre de este año, que implica aumentar la eficiencia, está la necesidad de mejorar la coordinación interna. Así, tiene como proyecto llevar a cabo una reforma de los canales internos de comunicación para reforzarlos y fomentar su uso. “Entre otras actuaciones, se realizará una revisión integral de la intranet de la CNMV con el fin de impulsar su utilización como herramienta de comunicación interna”, indica el organismo en el documento en el que explica su hoja de ruta para el presente ejercicio.

Dentro del segmento de mejoras del funcionamiento de la CNMV también está la finalización del proceso de digitalización. El supervisor se propone completar la adaptación a los requerimientos de la preceptiva administración electrónica. Tras cumplir el objetivo del año pasado en esta materia, se ha elaborado un calendario con tres fases. La final supondrá la modificación formal de los procedimientos y guías existentes y concluirá muchos meses antes del último plazo para que las administraciones públicas se adapten, que finaliza el 2 de octubre de 2020.

La CNMV, contaba con una plantilla de 446 trabajadores a cierre de 2018, frente a los 3.022 del Banco de España. El anterior Ejecutivo diseñó además la integración del Instituto de Contabilidad y Auditoria de Cuentas (ICAC) en el supervisor de los mercados, que tenía a 71 personas en plantilla a cierre de 2017, sus últimas cuentas públicas. Este organismo, dependiente del Ministerio de Economía, es el máximo intérprete de la normativa contable y el supervisor de los auditores.

Uno de los deseos del actual presidente de la CNMV es hacerse con el control de la vigilancia de la conducta de todo el sector financiero. Ahora vigila la venta de los fondos de inversión, de los productos cotizados (acciones o bonos, por ejemplo), los derivados (opciones, futuros, y warrants, entre ellos) y los estructurados o depósitos que incluyen un derivado en su composición. Pero no tiene competencias en la comercialización de productos de préstamo (léase, créditos al consumo, hipotecarios y los vinculados a tarjetas de crédito) y de los depósitos clásicos. La actual legislación tampoco le permite ocuparse de la venta de los seguros de ahorro.

Se creará el puesto de jefe de riesgos

Interlocución directa con el presidente. Antes de fin de año, la CNMV se propone nombrar un responsable de riesgos (chief risk officer), que hablará directamente con el presidente de la institución, y constituirá un comité interno de riesgos. Esta es otra de las prioridades de Sebastián Albella: mejorar la gobernanza de la gestión del riesgo. También se procederá a realizar una revisión y simplificación del mapa de riesgos de la CNMV, “con el fin de destacar aquellos riesgos esenciales y especialmente relevantes respecto de los que es preciso realizar un esfuerzo mayor de control y gestión”, señala el supervisor.

Nueva herramienta. La CNMV adquirirá una nueva herramienta tecnológica que refuerce la capacidad de tratamiento y análisis de grandes volúmenes de datos con finalidad de supervisión. El supervisor explica que la nueva normativa europea Mifid 2 ha conllevado un aumento considerable del volumen de información recibida para la supervisión de los mercados. “La aplicación de esta herramienta tendrá un efecto inmediato sobre las labores de supervisión que realiza la CNMV”, señala. 

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