Los grupos de interés exigen más diálogo a las empresas
En España solo 4 de cada 10 directivos pulsa activamente la opinión de los ‘stakeholders’
La apuesta de las empresas por actuar de forma socialmente responsable implica, hoy, integrar las expectativas y demandas de sus grupos de interés en sus operaciones económicas y comerciales. Porque además los consejos de administración se están viendo sometidos a una presión cada vez mayor tanto por parte de la sociedad como de las entidades regulatorias y los propios clientes o accionistas para que aseguren una mayor interacción con sus distintos grupos de interés.
Sin embargo, las empresas españolas tienen aún mucho camino por recorrer en la adopción de estructuras de gobierno corporativo avanzadas pues, a pesar de que sus directivos son conscientes de esa presión cada vez mayor por mejorar su interlocución con los grupos de interés a los que se dirigen sus empresas, solo 4 de cada 10 (44%) pulsa activamente las opiniones de esos stakeholders. Así se refleja en los resultados del nuevo informe de la firma de servicios profesionales Grant Thornton Compromiso más allá del consejo: qué esperan los grupos de interés, cuyas conclusiones parten de más de 2.300 encuestas a directivos y empresarios de 35 países, 200 de ellas realizadas en España.
Las cifras en España están muy alejadas de la media global del 60% o de la de países anglosajones como EE UU, Canadá o Reino Unido, que muestran índices cercanos al 70%. Los datos de España se acercan más a la media de la UE, donde únicamente la mitad de los encuestados reconoce tener implantadas vías y mecanismos de participación para sus diferentes grupos de interés; o de los de países como Francia (47%), aunque cabe apuntar que España se sitúan por delate de, por ejemplo, Alemania (37%).
A nivel mundial, los sectores que más apuestan por ese diálogo son el financiero (84%), salud (69%) o el energético (61%)
“En mayor o menor medida, es un hecho que los consejos de administración están sometidos a una creciente presión. Empresas de todos los sectores y tamaños se enfrentan a la necesidad de aumentar la diversidad y la capacidad de sus consejos, de forma que aseguren una mayor interacción con sus distintos grupos de interés, e incorporen sus puntos de vista y expectativas a su estrategia y a su gestión”, señala Álvaro Rodríguez, socio director del área mercantil de Grant Thornton.
Inacción
Más de un tercio de los consultados en el informe de Grant Thornton no están adoptando ningún tipo de medida específica para obtener y solicitar las opiniones y perspectivas de sus grupos de interés. Las medidas utilizadas se limitan a reuniones con proveedores (en el 84% de los casos), a encuestas de satisfacción del cliente (77%) o encuestas a empleados (68%). En cambio, las empresas españolas recurren poco a la celebración de encuentros recurrentes con sus empleados (47,7%), a la designación de un miembro del consejo para asumir el diálogo con los stakeholders (29,5%) o a la celebración de foros con accionistas (22,7%).
A nivel mundial, los sectores que más apuestan por ese diálogo son el financiero (84%), salud (69%) o el energético (61%). En cambio, en el agroalimentario, el manufacturero o el de la educación, menos de la mitad de los encuestados cuenta con mecanismos de participación de sus stakeholders.
Los responsables del informe advierten de que una insuficiente participación e interacción con los distintos stakeholders de una organización se puede traducir en crisis de reputación o incluso en el fracaso de toda una estrategia empresarial. Por ello, el estudio enumera cinco fundamentos clave que contribuyen a conseguir el compromiso y la participación efectiva de los grupos de interés: conocer a los grupos objetivos; estructurar el feedback y las respuestas obtenidas; ampliar la información externa y de gestión; el perfil adecuado para el consejo de administración, y validar y cuestionar el enfoque de forma objetiva.
“Las empresas necesitan hacer la transición desde una visión del gobierno corporativo basada en el mero cumplimiento normativo a un modelo mucho más transcendental y estratégico que dé lugar a consejos de administración y equipos directivos de alto rendimiento, con un enfoque más abierto y proactivo, conscientes de la importancia que una conexión y una relación dialogante con la sociedad tiene para su futuro”, añade Álvaro Rodríguez.