Digitalización en construcción: asignatura pendiente
No solo es incorporar tecnología, también es un cambio cultural
Sí. Es una realidad. En España la construcción continúa como asignatura pendiente. De nada sirve que unos apuesten por la reconversión y usen la tecnología como pilar de sus negocios si no conseguimos que todos vayamos en la misma dirección. Que este sector sea uno de los más atrasados en materia de digitalización no nos pilla por sorpresa a todos los que formamos parte del mercado. De hecho, el último Barómetro sobre la Madurez Digital en España publicado por Divisadero –propiedad del grupo Merkle– ha decidido incorporar, por primera vez, al sector de la construcción en su análisis, al que define “como un entusiasta digital pero aun con ciertas salvedades”. De hecho, según este mismo estudio, la construcción es el segundo sector de toda España “que más valora la transformación digital como palanca de cambio.” A pesar de este entusiasmo, la realidad, como todos sabemos, es bien distinta.
La construcción aúna todos los requisitos necesarios para ser un sector líder en el ámbito de la digitalización, pero su media de madurez digital está en un 32% por debajo de la media de España. No todos los sectores han visto la necesidad de digitalizarse con la misma premura, pero al menos resulta alentador que ya se haya comenzado a dar los pasos necesarios para avanzar en materia digital en el robusto mundo de la construcción y que haya comenzado a formar parte de la agenda de la mayoría de las compañías y de los principales actores del mercado.
Según el informe Global Construction & Engineering Survey, elaborado por EY, los directivos del entorno constructivo son conscientes de la necesaria renovación y transformación del sector, pero aún no se han puesto en marcha medidas concretas para acometerla. La reciente incorporación de sistemas de construcción industrializada, la integración de la metodología BIM (por sus siglas en inglés, Building Information Modelling) o la introducción de sistemas propios que permiten automatizar procesos son algunos de los hitos que han permitido introducir la construcción en la rueda digital. Sin embargo, la digitalización va mucho más allá. No hay que entenderla como una mera conversión de los procesos, sino como la necesidad de incluir ciertos elementos nuevos en el propio ADN de nuestra compañía para anticiparnos y liderar un sector que aún tiene mucho por hacer.
La digitalización no solo significa incorporar tecnología. Significa también cambiar la cultura interna de una organización de principio a fin, pero también de todos los que forman parte de la cadena de valor del ciclo constructivo. Constructores, promotores, inmobiliarias, instaladores, administraciones públicas, proveedores energéticos, fabricantes. Todos somos partes de la cadena y, como eslabones de ella, debemos sentir la necesidad de innovar e invertir en desarrollo, y más cuando tecnología y desarrollo son prácticamente sinónimos en la actualidad.
Juan Jesús González es director general de planificación y organización corporativa de Grupo Avintia