El Banco de Inglaterra mantiene tipos pero recorta previsiones de crecimiento
Advierte que un Brexit duro supondrá menor crecimiento y más inflación
El Banco de Inglaterra decidió hoy por unanimidad mantener sin cambios los tipos de interés en el 0,75%, si bien recortó sus previsiones de crecimiento para este año y el próximo a consecuencia de las incertidumbres que plantean el Brexit y la guerra comercial. La estimación de aumento del PIB británico para este año se recorta al 1,3% desde el 1,5% anterior y la de crecimiento para 2020 pasa del 1,6% al 1,3%.
El Banco de Inglaterra ha enfriado además cualquier expectativa de recorte de tipos de interés, después de que la Reserva Federal decidiera ayer el primer recorte desde la crisis y de que el BCE esté preparando una nueva oleada de estímulos monetarios, previsiblemente para septiembre.
El Banco de Inglaterra afronta de hecho la presión inflacionista que supone una libra cada vez más débil y maneja la previsión de una inflación al 2,2% en dos años y del 2,4% en tres años. La creciente posibilidad de un Brexit duro el próximo 31 de octubre, de acuerdo con la política desplegada por el nuevo primer ministro Boris Johnson, está elevando la incertidumbre sobre la economía británica y provocando nuevo mínimos para la libra, que estos días sufre su mayor racha bajista desde 2016. La divisa ha llegado a perder hoy los 1,21 dólares, por primera vez en dos años y medio.
El Banco de Inglaterra señaló sin embargo que aún mantiene la hoja de ruta de una subida gradual de los tipos de interés, en un escenario central de Brexit suave. “El aumento de la incertidumbre sobre la naturaleza de la retirada de la UE significa que la economía podría seguir una amplia variedad de caminos en los próximos años”, señaló el Banco de Inglaterra, que continúa sin incorporar el escenario de un Brexit duro en sus previsiones.
Así, aunque el gobernador Mark Carney advirtió del impacto económico de que una salida de la UE sin acuerdo, evitó concretar qué posibilidades le da a ese escenario después de la llegada al poder de Boris Johnson como primer ministro, quien ha manifestado que Reino Unido saldrá de la Unión Europea el 31 de octubre, con o sin acuerdo.
El Banco de Inglaterra también dejó sin cambios su programa de compra de deuda corporativa por 10,000 millones de libras (10.970 millones de euros) y de 435.000 millones de libras (477.000 millones de euros) de deuda soberana.