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London Stock Exchange Group se atreve a dar el salto

El grupo espera adquirir Refinitiv, empresa proveedora de datos financieros, por un valor de 27.000 millones de dólares

David Schwimmer apuesta por la independencia. Un año después de haber asumido el cargo de director ejecutivo del London Stock Exchange Group, espera adquirir Refinitiv, empresa proveedora de datos financieros, por un valor de 27.000 millones de dólares. Es un intento complejo y altamente apalancado por parte de LSE por convertirse en un comprador. La operación en curso, confirmada por el LSE el sábado, requiere la alineación de las estrellas financieras. Gracias a una subida en Bolsa, que ha incrementado el valor de sus acciones en un cuarto desde octubre, el valor del LSE es ahora casi exactamente el mismo, incluyendo la deuda, que el que propone pagar por Refinitiv. Sin embargo, Refinitiv carga con préstamos de más de 12.000 millones de dólares como resultado de la compra parcial del año pasado por parte de un consorcio liderado por Blackstone de Thomson Reuters, propietario de Breakingviews. Esta estructura de capital permite al grupo LSE pagar a los propietarios de Refinitiv con acciones por valor de menos de 15.000 millones de dólares, lo que les da el 37% de la empresa británica ampliada.

La transacción cumple tres requisitos para el LSE. En primer lugar, crea nuevas oportunidades de crecimiento en la interpretación y el análisis de los datos financieros. En segundo lugar, reduce la dependencia de la empresa de las operaciones en Bolsa. Por último, Refinitiv reduce la exposición del LSE al Reino Unido, en medio de la incertidumbre por el Brexit.

Pero el acuerdo conlleva riesgos importantes. La deuda neta de las dos empresas a finales del año pasado era más de cuatro veces superior al Ebitda combinado tras eliminar algunos gastos extraordinarios, según calcula Breakingviews. La solución depende de la reducción de costes: los propietarios de capital privado de Refinitiv estiman que ahorrarán 650 millones de dólares al año a finales de 2020, y Schwimmer se ha comprometido a reducir en unos 430 millones de dólares más los gastos anuales.

El riesgo a corto plazo es que un intruso ofrezca más por Refinitiv, o que un rival como Intercontinental Exchange o CME se lance sobre LSE antes de que sus accionistas aprueben la operación. Schwimmer deberá demostrar que convertirse en un depredador es tan lucrativo para los inversores como ser una presa potencial.

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