Un mercado bien vigilado y con suficiente liquidez para evitar manipulaciones
Aunque no existe el riesgo cero, es importante avanzar hacia un entorno inversor cada vez más seguro
Las decisiones de la CNMV, respaldadas por la Audiencia Nacional, de sancionar a una familia de inversores particulares y a una firma de inversión por prácticas de manipulación de mercado constituyen dos ejemplos de vigilancia eficaz por parte del supervisor, pero apuntan también a una inquietante vulnerabilidad en el mercado español respecto a este tipo de actuaciones. En el primero de los casos, el fallo considera probado que la familia García-Milla, propietaria de una empresa de tarimas flotantes, logró elevar un 15% de forma artificial y en una única sesión las acciones de Amper, e hizo lo mismo con los títulos de Codere y Quabit en más de un 10%. La operativa desarrollada por los García-Milla consistió en aprovechar algunas sesiones con bajo nivel de contratación, entre ellas la del 31 de diciembre, para cruzar órdenes de compra y venta de títulos de compañías de escasa capitalización y baja negociación, lo cual les permitió acumular un volumen significativo a un mismo precio, provocar un cambio de tendencia en la cotización y generar una fuerte subida en los títulos. En el segundo de los casos, un inversor y la sociedad de valores Gestión de Patrimonios Mobiliarios, consiguieron alterar la cotización de ACS durante 64 sesiones mediante la negociación de alta frecuencia a través de algoritmos programados.
Aunque hay que felicitarse de la rapidez y eficiencia de las actuaciones llevadas a cabo por la Unidad de Vigilancia de Mercado de la CNMV, el hecho de que una familia de inversores pueda manipular en un puñado de jornadas el precio de un valor hasta un 15% revela una preocupante vulnerabilidad del mercado sobre la que sería necesario reflexionar. La conjunción de una baja liquidez con valores demasiado estrechos y por tanto más susceptibles de manipulación constituyen un gancho atractivo para prácticas ilegales como las detectadas y sancionadas en este caso, aunque afortunadamente no sean frecuentes. Y la alteración de la cotización de un valor del Ibex 35 con la capitalización y liquidez de ACS es un aviso sobre los riesgos de la negociación algorítmica cuando se usa con fines perversos.
Todo ello lleva a apoyar el reforzamiento de los medios del supervisor, que se está replanteando su estrategia tecnológica. pero también a repensar cualquier decisión regulatoria que pueda contribuir a reducir la liquidez del mercado, como es el caso de la tasa sobre las transacciones financieras que pretende impulsar el Gobierno, un impuesto de cuyo efecto negativo sobre el volumen de negociación ha advertido la CNMV de forma reiterada. Aunque no existe un mercado capaz de blindarse 100% frente a prácticas de alteración y manipulación ilegal, es importante avanzar hacia un entorno inversor cada vez más seguro y atractivo, capaz de facilitar los procesos de financiación y las operaciones corporativas de calado.