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Deuda

Bruselas da el primer paso para abrir expediente a Italia por su exceso de deuda pública

La Comisión advierte del riesgo de "bola de nieve" en el endeudamiento de la administración

El viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini.
El viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini. AP

La Comisión Europea ha dado hoy el primer paso para expedientar a Italia por no haber adoptado medidas suficientes para reducir su deuda pública, que supera el 130% del PIB y seguirá creciendo en los próximos años. El Ejecutivo ha propuesto abrir un expediente disciplinario al país, en el que cabrían multas de hasta 3.500 millones de euros. El vicepresidente de la Comisión, Vasilis Dombrovskis, ha apuntado que la apertura de dicho proceso, hoy aún en fase de propuestas, está "garantizada". La prima de riesgo italiana ha subido 10 puntos básicos hasta los 280, con el bono en el 2,6%.

Aunque Bruselas también ha aprobado informes similares sobre Bélgica, Francia y Chipre, el Ejecutivo comunitario pone el acento en el caso italiano y señala que está "justificado" abrir un expediente a Roma por su excesiva deuda pública. El Ejecutivo comunitario ha advertido, de hecho, del riesgo de un efecto "bola de nieve" en la deuda. "La deuda es una fuente de gran vulnerabilidad para la economía, aunque los riesgos de refinanciación están limitados en el corto plazo", explicó.

Es la segunda vez en los últimos meses que las autoridades comunitarias denuncian la incapacidad del Gobierno italiano para reducir el endeudamiento del Estado. En la anterior ocasión, a finales de 2018, Bruselas canceló el procedimiento después de que Roma cediese y enmendase su presupuesto para este año para adecuarlo a las reglas fiscales europeas.

Ahora, la Comisión Europea reabre el expediente al entender que Italia ha relajado sus esfuerzos presupuestarios. La deuda pública cerró el año pasado en el 132,2% del PIB y crecerá hasta el 133,7% este año y al 135,2% en 2020, según las últimas previsiones de la institución comunitaria. Es la primera vez que Bruselas abre un expediente por el volumen de deuda, y no por el exceso de déficit, como hasta ahora. Según el pacto de estabilidad, los países de la eurozona no deben tener una deuda superior al 60% del PIB o un déficit superior al 3%.

Cuando están fuera de estos umbrales, los Estados deben presentar planes de corrección que deben ser revisados por Bruselas. En este caso, además, la Comisión considera que Italia no ha tomado medidas suficientes contra la evasión fiscal, ni contenido el gasto en pensiones ni realizado reformas que estimulen la competitividad.

El proceso de apertura de expediente es, en todo caso, complejo y requiere del visto bueno de los gobierno. El Eurogrupo debe determinar si está de acuerdo con la propuesta comunitaria de iniciar el procedimiento, algo que se prevé para julio. A partir de ahí la Comisión tendrá 20 días para decidir si pide una fianza (el 0,2% del PIB, 3.500 millones de euros) o no. Si el país no atiende las recomendaciones, puede imponer multas.

Aunque no se fije una sanción (algo que nunca se ha hecho), el estigma de la reprimenda de Bruselas castiga la imagen del país ante los mercados y de cara a las negociaciones para conseguir puestos clave en las instituciones europeas. El mercado, de hecho, lleva semanas castigando la deuda italiana, que cotiza con un tipo de interés del 2,6% frente al 0,7% de la deuda española, precisamente por el nuevo encontronazo con Bruselas. La prima de riesgo italiana está en niveles similares a los registrados cuando se formó el actual gobierno populista de Liga Norte y Movimiento 5 Estrellas.

La pelota queda ahora en el tejado de Roma. El ministro de Finanzas italiano, Giovanni Tria, afirmó ayer que si la economía crece se puden cumplir los objetivos, y que en todo caso los eventuales ajustes podrán renegociarse. De acuerdo con el diario La Stampa, Tria se comprometerá con Bruselas a realizar ajustes por 3.500 millones de euros.

No obstante, la decisión final estará en manos de los dos líderes de la coalición gobernante: Luigi di Maio y, en especial, Matteo Salvini, triunfador de las elecciones europeas, ambos con un marcado carácter euroescéptico. Ahora deberán decidir hasta qué punto llevan el desafío a la UE, especialmente a la hora de redactar el presupuesto de 2020, en un clima de enfrentamiento entre ambos. El primer ministro, Giuseppe Conte, ha amenazado con dimitir si la acción de Gobierno sigue paralizada por luchas partidistas.

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